lunes, 20 de enero de 2014

De Estereotipos y Prejuicios





Pictogramas que representan estereotipos. Tomado del Blog de Mario Akerman



Están en un bar un inglés, un alemán y un español tomando juntos unas copas. De pronto el inglés le dice a los otros dos:

-“¿Oye, no os parece que el que está ahí en frente es igualito a Jesucristo?”

-“No digas tonterías, que va a ser Jesucristo”- le responden el alemán y el español. El inglés insiste – “Que sí, que sí. No veis que es igualito. La barba, la túnica……Estoy seguro de que es Jesucristo”.

Sin pensárselo un segundo, se levanta el inglés, se va hacia el hombre de la mesa y tanto le insiste, que el hombre le susurra al inglés:

- “Escucha, efectivamente soy Jesucristo, pero te pido por favor que hables bajito y no se lo digas a nadie porque como los demás se enteren me vas a formar un escándalo impresionante en la cafetería”

Entonces, el inglés, loco de contento le dice bajito al oído: 

- “Mira tengo una lesión en la espalda que me hice de pequeño haciendo deporte. Por favor, cúrame”. 

Jesucristo le pone la mano sobre la espalda y le cura. Acto seguido el inglés se va a su mesa y, claro, les cuenta el milagro al alemán y al español. El alemán, sin poder contenerse, se levanta y va hasta la mesa de Jesucristo y le dice:

- “Oye, que me ha dicho mi amigo que tú eres Jesucristo. Tengo un ojo de cristal, por favor cúrame”. 

Jesucristo le pone la mano en el ojo y se lo cura. Entonces el alemán se va a su mesa y se lo cuenta a sus amigos. Jesucristo empieza a pensar que en breves instantes aparecerá por allí el español queriendo, como todos, que le cure, pero pasa el tiempo y el español no va. Entonces Jesucristo, ya mosqueado y picado por la curiosidad, se levanta y se va hacia la mesa donde están los tres y poniéndole una mano en el hombro al español le pregunta: 

- Oye, ¿tú por qué no...? 

Y el español salta de la silla y apartándose violentamente le dice: 

- ¡¡¡¡EH, EH, EEEHHHH!!!! ¡¡¡¡SIN TOCAR…..SIN TOCAR, QUE ESTOY DE BAJA!!!!

¿Qué es lo que hace gracioso a este chiste?. En primer lugar porque se trata de una situación absurda y el absurdo es una de las formas más habituales del humor. En segundo término porque hace referencia a un montón de imágenes, de lugares comunes, de clichés, en definitiva, de estereotipos.

Lo primero con lo que nos encontramos es con tres amigos de tres nacionalidades distintas, lo que no es muy común, tomándose algo juntos en un bar. Si recurrimos a los estereotipos vigentes, ¿en qué idioma hablarían?, probablemente en inglés, que el alemán hablaría mal, con acento pero con cierta soltura, el español chapurrearía por encima de sus posibilidades y que al inglés no le tocaría otra que hablarlo porque seguro, seguro, que es incapaz de pronunciar una palabra ni en alemán ni en español.

La segunda imagen graciosa es la de un Jesucristo muy humano, muy alejado del que echó a los mercaderes del Templo o del que se sacrificó por todos nosotros liberándonos del pecado original. Un Jesucristo que desea tomarse un café alejado de su fama, queriendo pasar desapercibido pero sin renunciar a su imagen, a su barba y a su túnica. Tan humano que la curiosidad y un punto de vanidad le hacen ir hasta el español y recibir de él el corte final del chiste.

Y luego vienen los estereotipos de nacionalidad. Tanto el inglés y el alemán, ciudadanos de la trabajadora Europa del norte, desean ser curados por Jesús. Son estereotipos positivos. En cambio, miembro de una nación pícara, el español prefiere sus problemas de salud - sean cuales sean pero que le tienen de baja médica – a tener que volver a trabajar tras su curación. Se trata de un estereotipo negativo.

Así que podemos decir que los estereotipos son imágenes preconcebidas, en muchas ocasiones cargadas de prejuicios, acerca de una categoría de personas. Y esta categoría puede ser de lo más variopinta, la nacionalidad como en el chiste, el género, la clase social, la edad, la ideología, la raza, el equipo de fútbol y un amplísimo etcétera. Hay millones de ejemplos: Los pobres lo son porque son vagos, los alemanes unos cabezas cuadradas sin imaginación, los españoles unos quijotes o unos toreros, los gitanos roban, las mujeres aguantan más el dolor, los hombres no lloran, los políticos ricos roban menos, los jóvenes no piensan, los viejos son gruñones…. Y así ad infinitum.

Y, aunque todos reconocemos en estas frases los estereotipos que subyacen en ellas, no hay acuerdo sobre una definición de los estereotipos entre los distintos autores que han estudiado el asunto. Según la psicóloga social Carmen Huici las distintas definiciones de estereotipo se pueden agrupar teniendo en cuenta dos dimensiones. La primera tiene que ver con que el estereotipo sea erróneo o no y la segunda sobre el carácter individual o social del concepto. En la figura siguiente, extraída del artículo de Huici, se presentan algunos ejemplos de definiciones que se pueden clasificar de acuerdo con estas dos dimensiones.




El estereotipo está íntimamente ligado al prejuicio y a la discriminación. De hecho en la mayoría de los libros de sociología general, el estereotipo y el prejuicio, se tratan en los capítulos dedicados a la discriminación debida a la raza o etnia o al género.  Para Giddens (1) o  Mancionis (2) y Plummer (3) el prejuicio conforma al estereotipo y es anterior a él, en cambio, para Huici desde la psicología social, es justo al revés. El estereotipo sería el conjunto de creencias acerca de los atributos asignados al grupo de que se trate, el prejuicio sería el afecto o la evaluación negativa del grupo y la discriminación sería la conducta parcial o negativa en el tratamiento de las personas en virtud de su pertenencia al grupo o categoría.

Para Huici existe una correspondencia directa entre los estereotipos negativos y el prejuicio, ya que el prejuicio es esencialmente negativo, sin embargo hay estereotipos que no van asociados a ningún prejuicio, por ejemplo, los estereotipos positivos de múltiples grupos, como les pasaba al alemán y al inglés del chiste del principio. Eso no significa que no haya estereotipos negativos de alemanes e ingleses como positivos de los españoles.



Al igual que existen múltiples definiciones de estereotipo y de prejuicio, existen diversas teorías que especulan acerca del origen de los estereotipos, curiosamente casi todas tratan sobre estereotipos negativos. El primer grupo de teorías tienen que ver con aspectos de la personalidad, dentro de ellas destaca la teoría del chivo expiatorio y la teoría de la personalidad autoritaria.

Según la teoría del chivo expiatorio, los prejuicios tienen su origen en frustraciones personales, sobre todo en aquellas personas que atraviesan situaciones difíciles u ocupan posiciones marginales en la sociedad en la que viven. Según Dollard (4) los chivos expiatorios son personas o categorías de personas que tienen poco poder o prestigio en su sociedad  y a quienes otros, irracionalmente, responsabilizan de sus problemas. Las minorías étnicas son buenos ejemplos de chivos expiatorios. En la película "Arde Missisipi" (5) hay un buen ejemplo cuando uno de los agentes del FBI le cuenta a su compañero que su padre destruyó la granja de un vecino de color al que le iba mejor porque no podía soportar estar por debajo de un negro. Le dice al final: "Eso es precisamente el Sur"

La teoría de la personalidad autoritaria formulada por Adorno (6) establece que tener fuertes prejuicios es un rasgo de la personalidad característico de algunos individuos. En sus investigaciones encontraron que aquellos que tenían prejuicios fuertes acerca de una minoría también solían tenerlos en contra de todas las minorías. Son individuos de personalidad autoritaria, que aceptan rígidamente los principios de su sociedad, que no pueden tolerar ningún matiz en sus opiniones, o blanco o negro, no hay escala de grises para ellos. Son partidarios de una visión jerarquizada y competitiva de la sociedad. Según los estudios de Adorno eran personas de pocos estudios y que habían tenido padres autoritarios. En cambio Adorno mostró que aquellos que eran tolerantes con una minoría solían serlo también con otras. Eran personas flexibles a la hora de emitir sus juicios morales  y partidarios de que las sociedades deberían ser relativamente igualitarias.

El segundo grupo de teorías tienen relación con factores socioculturales. Estas teorías mantienen que si bien puede haber individuos que debido a su personalidad tengan fuertes prejuicios contra otros, todo el mundo, en mayor o menor medida, tiene algún tipo de prejuicio cuando la cultura de la sociedad en la que viven justifica o alimenta estos prejuicios. Dentro de éstas,  podríamos señalar la teoría cultural del conflicto, la del conflicto realista, la de la identidad social y la del aprendizaje social

La teoría cultural del conflicto debe mucho a Emory Bogardus (7), que estudió los efectos de los estereotipos culturales en las relaciones interpersonales. Este sociólogo acuñó el término distancia social y diseñó un índice que lleva su nombre que sirve para medir el grado en que las personas se sienten próximas o distantes unas a otras en razón de su etnia o raza. Las investigaciones de Bogardus mostraron que las actitudes prejuiciosas no eran particulares de un grupo de personas o de una minoría concreta sino que estaban uniformemente repartidas en la población, como las investigaciones se realizaron en Estados Unidos, bogardus concluyó que los estereotipos y actitudes prejuiciosas formaban parte de la cultura de este país. Gracias a la influencia de estas investigaciones se han adoptado medidas educativas para ayudar a superar estas actitudes etnocéntricas y para que se valoren todas las aportaciones que han hecho al país los norteamericanos de todas las culturas.

La teoría del conflicto realista de Muzafer Sherif (8) ve el origen de los estereotipos negativos en el conflicto de intereses o en las amenazas que suponen grupos externos cuando se compite por metas o recursos incompatibles. Estas situaciones llevan aparejadas procesos en los que las imágenes mutuas se deterioran.

La teoría de la identidad social de Henry Tajfel (9) establece que no es necesaria la existencia de un conflicto de intereses para que se produzca una asimetría en la evolución de los grupos, sino que se debe a tres procesos cognitivos en el individuo: la categorización, que atribuye características psicológicas a grandes grupos humanos, a costa de alimentar las semejanzas entre los miembros del grupo y aumentar la distancia con el exogrupo; la asimilación de la información social como parte del aprendizaje social, en el que se incluyen las actitudes intergrupales, incluso antes de haber tenido contacto con los otros grupos; y la búsqueda de coherencia ante las situaciones y cambios sociales, pues el individuo precisa de un marco que le ayude a explicar los cambios intragrupales e intergrupales.

La última teoría sociocultural que vamos a ver es la del aprendizaje social que supone que los estereotipos proceden de  la influencia de muchos agentes sociales sobre la persona sobre todo en edades tempranas.

Por último, vamos a echar un pequeño repaso a teorías que vienen de la sociología del conflicto. Algunos autores, entre ellos Geschwender (10) y Olzak (11), han sugerido que las elites económicas alimentan los estereotipos deliberadamente a fin de mantener a raya a las minorías y beneficiarse con ello. Citan el ejemplo de los granjeros de distintos países que se benefician mucho de los estereotipos contra los inmigrantes ilegales, a quienes pagan una miseria por largas jornadas de trabajo. También hay quien mantiene que las elites se benefician de los estereotipos que enfrentan unas minorías con otras, que las distancias entre sí, impidiéndolas unirse y defender juntas sus intereses comunes. 

En una línea de razonamiento distinta, Shelby Steele (12) mantiene que las minorías alimentan los estereotipos en contra de las mayorías para crear un clima de conciencia u orgullo racial que puede serles política y socialmente rentable. Con ello se crea un clima compensatorio de discriminaciones antiguas. Según Steele esta estrategia puede ser rentable a corto plazo pero puede volverse en contra de sus promotores por el cansancio de que les recuerden a las mayorías aquello que hicieron sus abuelos o sus padres.

Como se puede ver hay toda una pléyade de teorías ante las que uno tiene la sensación de que todas tienen un punto de verosímiles, pero ninguna de ellas por separado explica completamente el origen de los estereotipos y prejuicios.

En cualquier caso, sea por motivos socioculturales, por conflictos entre grupos o por influencia en el proceso de formación del carácter de las personas, o por cualquiera otra causa, los individuos sufren un bombardeo de imágenes que están muy presentes en las relaciones interpersonales. Por lo tanto son imágenes muy difíciles de cambiar aun cuando la realidad de los hechos las contradiga. Así que la pregunta surge inevitablemente, ¿cambian los estereotipos?.

Para contestar esta pregunta también hay varias explicaciones. Primero que nada permitidme que vuelva al del principio del artículo, el chiste de Jesucristo y los tres amigos ya tiene unos años, recuerdo que la primera vez que lo oí me hizo mucha gracia pero, cuando me lo he encontrado de nuevo buscando un chiste de nacionalidades que me permitiera introducir la idea de estereotipo, ya no me ha hecho tanta gracia, es más, me ha irritado un poco. El motivo es que yo tengo menos humor con los chistes sobre españoles desde que mi país está en la crisis –  económica, política, de valores, territorial e incluso de la forma de gobierno - más profunda desde la dictadura de Franco. Ya no me hace tanta gracia que alguien quiera estar de baja cuando hay tanta gente que vendería su alma por un puesto de trabajo. Lo que quiero decir es que el paso del tiempo y los acontecimientos históricos influyen en los estereotipos. A esta se la suele llamar la explicación descriptiva de la evolución de los estereotipos.

La segunda explicación al cambio en los estereotipos es la hipótesis del contacto intergrupal, que nos dice que cuanto mayor es el contacto entre dos grupos y, por tanto, el conocimiento que mutuo que tienen se reducen los estereotipos lo que lleva a disminuir los prejuicios y la consiguiente discriminación se aminora. Está explicación ha sido sometida a bastantes críticas destacando las de Allport (13), ya que hay poblaciones en contacto desde hace siglos que mantienen estereotipos negativos. Allport dice que para que se dé esta situación tiene que pasar que los participantes tengan un status similar, que las características de los miembros del exogrupo desmientan su estereotipo, que la situación facilite o exija la cooperación entre sus miembros, que los individuos se conozcan de forma personal, y que existan normas sociales que favorezcan el igualitarismo intergrupal.

Y para terminar con las explicaciones del cambio en los estereotipos vamos a ver dos que se deben a Rothbart (14) y que parece que encuentran bastante apoyo en los estudios realizados. La primera es el modelo de la conversión que predice el cambio de estereotipo cuando la información desconfirmatoria se centra en unos pocos ejemplares que contradicen dramáticamente el estereotipo. La segunda es el modelo de la contabilidad según el cual un efecto acumulativo de evidencias contrarias al estereotipo provoca su cambio . (15)

Para finalizar el artículo vamos a intentar contestar a una pregunta importante. ¿Sirven para algo los estereotipos?, ¿tienen alguna función?. Bueno habría que distinguir entre funciones individuales y funciones sociales.

Para los individuos los estereotipos son herramientas que permiten simplificar, clasificar y sistematizar el conocimiento sobre el entorno que les rodea. Como en tantas otras cosas, el ser humano es un animal de recetas, si  tienes un estereotipo a mano ante una situación imprevista tienes una posible salida sin perder el tiempo en observar y razonar. Una vez en una gasolinera un individuo salió marcha atrás entre los surtidores, estuvo a punto de rozar mi coche y el que estaba repostando en el surtidor de enfrente. Yo hice un amago de protesta, pero el conductor cumplía todos los estereotipos del delincuente habitual, así que reculé de manera elegante sin perder la compostura, un arte que sólo los años observando la práctica de la diplomacia te puede enseñar. Unos segundos después, salió de detrás de mí un segundo individuo – compañero de destino del anterior – con tatuajes carcelarios en los puños de la mano que me dijo: “¡No se enfade el señorito!”. Lo dijo con tal tono y tal acento de germanías que estuve a punto de decirles que lo hicieran otra vez que les había quedado muy bien. Luego los  estereotipos codifican nuestras reacciones con la gente lo cual puede ser bueno o malo según el caso, en la anécdota de la gasolinera me salvaron de un disgusto seguro.

Otra función de los estereotipos es la motivacional, de representación y preservación de importantes valores sociales que sirven para construir y defender un sistema de convenciones  que usamos en el día a día.

Entre las funciones sociales del estereotipo se encuentra el explicar acontecimientos a gran escala. Atribuyendo las causas a ciertos grupos, o la justificación de acciones contra exogrupos. Esto a lo largo de la historia ha provocado no pocos conflictos y persecuciones.
También se ha apuntado la función de los estereotipos como contribución al consenso social, señalando que el poder y el hecho de estereotipar se refuerzan mutuamente, de tal modo que las personas con menos poder prestan atención a quienes lo tienen, y éstas tienden a estereotipar más.
Otros autores destacan la función de los estereotipos como justificación de un sistema social o de apoyo a la ideología dominante, es decir, que los estereotipos serían una especie de vehículo psicológico para la justificación y mantenimiento de un sistema social determinado.

En cualquier caso, sean buenos o malos, desemboquen en el prejuicio o la discriminación o te salven de un disgusto, los estereotipos son consustanciales al ser humano y, por tanto, inevitables. Son naturales. Hay que vivir con ellos y hacerlos caso en su justa medida, hay que vivir con ellos con tolerancia y eso sólo se puede hacer con mucha, pero con mucha educación.

Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo
Notas:
  1. Carmen Huici Casal es catedrática de Psicología Social en el departamento de Psicología Social y de las Organizaciones de la Uned. Para más información pulse aquí.
  2.  John Mancionis es profesor de sociología en el Kenyon College en Ohio, EEUU. Para más información pulsa aquí.
  3. Ken Plummer es profesor de sociología en la Universidad de Essex, Reino Unido. Para más información pulse aquí.
  4. John Dollard, psicólogo social norteamericano. Para más información pulse aquí
  5. Arde Mississippi es una película de 1988 dirigida por Alan Parker. Para más información pulse aquí
  6. Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno fue todo un personaje. Musicólogo, comunicólogo, sociólogo y psicólogo alemán, miembro de la Escuela de Francfort. Para más información pulse aquí
  7. Emory Bogardus fue un sociólogo norteamericano que fundó el primer departamento de sociología en una universidad de los Estados Unidos. Para más información pulse aquí
  8. Muzafer Sherif es un psicólogo social turco-norteamericano. Para más información pulse aquí
  9. Henri Tajfel fue un psicólogo social británico, más conocido por su trabajo pionero sobre los aspectos cognitivos del prejuicio, por ser el principal desarrollador de la Teoría de la Identidad Social, así como por ser uno de los fundadores de la Asociación Europea de Psicología Social Experimental. Para más información pulse aquí
  10. James A. Geschwender es un sociólogo norteamericano estudioso de la revoluciones, conflictos sociales debidos a la etnia o raza
  11. Susan Olzak es una socióloga norteamericana, profesora de sociología en la Universidad de Stanford, especialista en conflictos armados, violencia étnica, acción colectiva y movimientos sociales. Para más información pulse aquí
  12. Shelby Steele es un autor, columnista y cineasta norteamericano especialista en relaciones raciales y movimientos sociales. Pertenece también a la Universidad de Stanford. Para más información pulse aquí.
  13.  Floyd Henry Allport es considerado el fundador de la psicología social como disciplina científica; su obra Social psychology se publicó el año 1924. Fue profesor de psicología social y psicología política en la Universidad de Siracusa. Para más información pulse aquí.
  14. Myron Rothbart es profesor de psicología social. Tiene especial interés por sus aportaciones en cognición social, estereotipado y percepción intergrupal. Es profesor emérito de la Universidad de Oregón.
  15. Hay otros dos modelos que tiene menos apoyo empírico. EL modelo de subtipos de Ashmore y DelBoca que presupone que los estereotipos son estructuras cognitivas jerarquizadas, estos subtipos se van creando cuando se encuentra información que no se ajusta al estereotipo, cuando el desajuste es grande, se crea un subtipo que permite – entre otras cosas – el mantenimiento del modelo general del estereotipo. El otro modelo es el del prototipo de Rothbart y John en los que la información se presenta en base a ejemplares que son prototípicos de la categoría.
Bibliografía:

Carmen Huici
Psicología Social
McGraw-Hill
Madrid 2000

John Mancionis y Ken Plummer
Sociología
Prentice-Hall
Madrid 2005

Anthony Giddens
Sociología
Tercera edición revisada
Alianza Editorial- Alianza Universidad Textos
Segunda edición Madrid 2000 

Bárbara Scandroglio, Jorge S. López Martínez y Mª Carmen San José Sebastián
La Teoría de la Identidad Social: una síntesis crítica
de sus fundamentos, evidencias y controversias
Universidad Autónoma de Madrid
Revista Psicothema 2008. Vol. 20, nº 1, pp. 80-89
www.psicothema.com





domingo, 5 de enero de 2014

La Estratificación Global 2

El Sistema Económico Mundial

Esta es la continuación del artículo anterior “La Estratificación Global”. En él empezamos a estudiar la estratificación social a nivel planetario. La secuencia de razonamientos es la siguiente: existe una sociedad internacional más o menos estructurada, existe una división internacional del trabajo (1), por lo tanto tiene que existir una estratificación social a nivel internacional. En está estratificación la unidad de análisis es el Estado-Nación no la clase social. Las teorías de la estratificación global corresponden a dos grupos, las de la modernización – que se basan en el nivel de desarrollo alcanzado por las distintas sociedades nacionales - y las de la dependencia – que se basan en las relaciones económicas internacionales asimétricas entre las naciones del centro (las más poderosas) y las demás-, y entre estas últimas destaca la del Sistema Económico Mundial o Sistema Mundo. 

En este segundo artículo vamos a entrar con más detalle en el estudio de esta segunda teoría. Intento hacer mis artículos autocontenidos, es decir, que contengan todo lo necesario para comprenderse sin necesidad de leer artículos anteriores, pero recomiendo la lectura del artículo anterior por la gran cantidad de conceptos que vamos a usar a continuación y que se explican en él. Tan sólo es necesario que pulses aquí para que mágicamente se abra en una ventana.

Mapa de la Guerra Fría en 1980 Fuente: Wikipedia


Como vimos en la primera parte de este artículo, la teoría de estratificación mundial de mis preferencias es la del Sistema Económico Mundial o Sistema Mundo, una teoría que podríamos calificarla de “coral”, es decir, con múltiples autores (2) y que dos de ellos, Snyder y Kick en un artículo de 1979 (3) definieron - a grandes rasgos – en tres características principales:

1.    El comportamiento y las experiencias de todos los países dependen de un sistema de carácter mundial – una economía mundial capitalista – estructurado en múltiples vínculos trasnacionales como son, por ejemplo, el comercio internacional, la presencia y actuación de las empresas multinacionales o los flujos de capitales financieros cuyas órdenes viajan a la velocidad de luz gracias a los modernos sistemas de telecomunicaciones.

2.    Los Estados, dentro del moderno sistema mundial, ocupan tres posiciones estructurales: centro, semiperiferia y periferia. El centro está formado por los países poderosos económicamente que son capaces de influir en los de la periferia mientras mantienen su independencia política y económica en niveles aceptables. Podríamos asimilar los países del centro a lo que es la clase alta cuando hablamos de una sociedad nacional.

Las naciones semiperiféricas se encuentran en una posición intermedia, se asemejan a la clase media. Están en el camino hacia la industrialización y hacia una economía diversificada. Sus estructuras políticas, sus parámetros de desigualdad están alejados de los que presentan los países centrales pero muy lejos de los países periféricos.

Las naciones periféricas tienen economías poco diversificadas que suelen dedicarse a producir materias primas. Tienen una gran desigualdad social con elites acaudaladas y una gran masa de pobres de solemnidad. Sus instituciones son relativamente débiles y poco estables. No pueden hacer frente a la influencia de las naciones del centro tanto económica como militarmente. Podríamos comparar a las naciones periféricas con la clase trabajadora de una sociedad en particular.

3.    Estas denominaciones no solo son descriptivas, expresan una división internacional del trabajo en la que el centro está ligado con la periferia de una manera dinámica y mediante una relación de explotación.

Por tanto, al igual que un sistema de clases dentro de un país, las posiciones de clase en relación con el sistema económico mundial generan una distribución desigual de las recompensas o recursos. Las naciones centrales o de clase alta reciben el trozo mayor de la tarta del excedente de producción, mientras que las periféricas apenas reciben nada. Además, debido a su potencia económica, las naciones centrales marcan las reglas del comercio internacional y fijan los precios de las materias primas producidas por las periféricas y les venden a precio alto sus exportaciones, generalmente tecnológicas, que en la periferia no están en condiciones de producir.

Kerbo (4) citando a Chirot (5) realiza una enumeración de los cinco beneficios más importantes que obtienen las sociedades centrales de su dominio sobre las naciones periféricas:

1.    El acceso a una gran cantidad de materias primas a precios bajos
2.    Fuerza de trabajo barata
3.    Enormes ganancias procedentes de inversiones directas de capital
4.    Un mercado para la exportación
5.  Trabajo profesional cualificado debido a la emigración de las personas más preparadas desde las naciones no centrales a las centrales

Este mundo recogido en estos párrafos es fácil de reconocer, son ideas suficientemente intuitivas como para que cualquier ciudadano medianamente formado las comprenda pero, para entender cómo hemos llegado hasta aquí, hemos de ver unas reglas de funcionamiento que se vienen aplicando desde hace unos siglos. 

Wallerstein (6) ha afirmado que en nuestra historia sólo han existido dos tipos de sistemas mundiales. Los que denomina el imperio mundial y la economía mundial.

El imperio mundial hace referencia a los imperios agrarios de la antigüedad. Éstos, aunque nunca llegaran a abarcar una escala planetaria como el actual sistema mundial, ocuparon partes extensas del mundo entonces conocido. Estamos pensando por ejemplo en el Imperio Romano, el de Alejandro Magno o el antiguo Imperio Chino.

No obstante la principal diferencia entre aquellos imperios mundiales y el actual sistema económico mundial no es de extensión geográfica sino de la forma de dominación. Las elites centrales modernas han hecho un gran descubrimiento: no hace falta ocupar militarmente a los países de la periferia. Mientras que los imperios antiguos buscaban la dominación económica y política, los grupos económicos modernos sólo están preocupados por los beneficios. En el sistema mundial actual, un país sometido no suele estar controlado de manera completa por las naciones centrales, ni ocupado militarmente, ni se le cobran tributos cómo hacían los reyes castellanos a los nazaríes de Granada. Todo esto es muy ineficaz económicamente, mantener la dominación política a esos extremos es muy caro y reduce los beneficios de la dominación.

Y la historia lo demuestra. Cuando hacia 1450 se dieron las condiciones para que comenzara el moderno sistema mundial, España y Portugal, países abiertos al mar y con una enorme energía militar derivada del período de la reconquista, tomaron la delantera. Fueron los primeros que establecieron grandes colonias en ultramar y exploraron el mundo, pero perdieron su liderazgo porque gastaron demasiado en dominar política, militar e incluso religiosamente a un elevado número de países del mundo. Los holandeses que  les relevaron tomaron nota y se lo plantearon de otra manera, mucho menos militar, menos extensa y mucho más comercial, perdieron posteriormente su posición de privilegio a favor de los británicos (7) pero nunca abandonaron del todo el centro mientras que los españoles se enfrascaron en una larga noche del subdesarrollo. Españoles y portugueses se comportaron como imperios mundiales en una época que ya presentaba las condiciones iniciales de un sistema económico mundial.

Esto no significa que algunas naciones centrales modernas no aspiren a un dominio amplio de las naciones periféricas, la diferencia entre el moderno sistema mundial y los antiguos imperios mundiales es una cuestión de grado. Boswell (8) demostró después de estudiar las tendencias históricas desde el siglo XVII que hay cierta variedad entre el control que se ejerce sobre las naciones periféricas y las colonias, en tiempos de expansión económica la presión decrece, pero durante los períodos de recesión las sociedades del centro ejercen un mayor control colonial para evitar que otras naciones centrales tengan relaciones económicas con sus naciones periféricas.

Pero si no hay dominación político-militar, ¿cómo domina el centro a la periferia y semiperiferia?. Wallerstein considera que una nación central domina a las demás cuando tiene un liderazgo simultáneo en tres dimensiones. 

La primera dimensión es la dominación en la productividad. Se trata de producir con alta calidad y bajo precio en comparación con las demás naciones. Aquí el problema está en que las elites se suelen ir por lo fácil, que es aumentar el número de horas trabajadas y depreciar los salarios, en vez de otras formas de mejorar la productividad. 

La dominación en la productividad puede llevar a la dominación en la segunda dimensión, la dominación en el mercado. La balanza comercial se inclina del lado de la nación central pues hay más naciones que compran los productos de la nación dominante que los que ésta compra a aquéllas.

Y, del mismo modo, la dominación de mercado puede llevar a la dominación en la tercera dimensión, la dominación financiera. Con una balanza comercial favorable llega la acumulación de capital. Los banqueros de la nación dominante suelen convertirse en banqueros del mundo con un mayor control de los recursos financieros del planeta.

Cuando una nación disfruta de las tres dominaciones económicas es muy probable que consiga la dominación militar. Con una buena base económica que permita mantener una estructura militar cara y, con intereses internacionales que defender, las naciones dominantes suelen acabar por construir ejércitos poderosos, pero suele ocurrir a posteriori una vez desarrollado el imperio económico. Según Kerbo, durante el moderno sistema económico mundial ninguna nación ha podido utilizar su fuerza militar como medio para obtener la dominación económica. Las grandes naciones centrales obtuvieron su poder económico con niveles relativamente bajos de gasto en defensa en su ascenso al poder global y perdieron parte del poder económico con su posterior expansión militar.

Podemos poner varios ejemplos pero vamos a centrarnos en los más recientes: los Estados Unidos y la Unión Soviética. El ejército de los Estados Unidos antes de la primera guerra mundial y, aún antes de la segunda, no era ni mucho menos el más poderoso de la tierra sino que era reducido en comparación con su potencial económico e industrial (9). 

Con Europa y Japón en ruinas después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos dominó el sistema mundial como hasta ese momento no había hecho ninguna otra nación central en la historia. Los datos son claros, producían casi la mitad de toda la producción industrial, realizaban un tercio de las exportaciones y poseían dos tercios de las reservas de oro del mundo. Junto a esta dominación económica compartieron la dominación militar con la Unión Soviética convirtiéndose en un gendarme del mundo al proteger “sus” áreas periféricas y los intereses de sus elites lo que le llevó a varios conflictos armados como Corea y Vietnam.

La Unión Soviética, a pesar de sus enormes pérdidas humanas, también salió reforzada de la Segunda Guerra Mundial. El Ejército Rojo llegó el primero a las calles de Berlín y ocupó toda la Europa Oriental a la que puso bajo su órbita. Se encontraron con un gran ejército y con un imperio territorial. Fue el otro gendarme mundial durante la guerra fría, repartiéndose el tablero de ajedrez del mundo con los Estados Unidos. Sin embargo a finales de los años ochenta y principios de los noventa la  Unión Soviética se colapsó.

La razón de esta caída hay que buscarla en la competencia que durante cuarenta y cinco mantuvo con los Estados Unidos, no pudo con los costes militares de esa competencia. Mientras los Estados Unidos desarrollaron su imperio económico durante dos siglos hasta alcanzar su fuerza militar, en el caso de los soviéticos, intentaron alcanzar la dominación en el moderno sistema mundial a través del poder militar sin lograr previamente una base económica para hacerlo.

Normalmente, las clases bajas de los países del centro viven mucho mejor que las de los países semiperiféricos y, no digamos ya, si las comparamos con las de los periféricos. Pero eso no quiere decir que no haya desigualdad en los países centrales, lo hemos visto en artículos anteriores. Y tampoco quiere decir que no haya ciclos en los que el bienestar de las clases bajas centrales no sufra un retroceso en función de los vaivenes del sistema mundial. De esta forma, con la teoría del sistema-mundo se puede explicar la revolución conservadora que sufrieron los Estados Unidos durante la década de los ochenta y por qué impusieron un programa económico neoliberal que luego se ha contagiado a la Unión Europea y al resto del mundo (10).

Probablemente casi todo lo que está pasando ahora mismo en el mundo se pueda explicar por la teoría del sistema económico mundial. Se puede explicar la pobreza y la desigualdad global; el surgimiento de las potencias emergentes, las llamadas BRICS, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (11); o cómo influyen las grandes ciudades del mundo en las cadenas en las que se extiende la división internacional del trabajo (12).

Con los postulados de la teoría del sistema mundial encuentro explicaciones plausibles a los principales fenómenos socioeconómicos de carácter mundial, pero eso es algo personal y, aunque hay mucha gente que opina como yo, no le faltan detractores, y críticas, veamos alguna de las principales.

En primer lugar, se argumenta que es falso que la riqueza de los países  de renta alta se derive una apropiación ilegítima de los recursos de los países pobres. La distribución de la riqueza no es un juego de suma nula, es decir, los excedentes generados en un área no equivalen a unas pérdidas en otra. Se aduce que la capacidad productiva del mundo se ha multiplicado por cinco desde de 1950, gracias en gran parte a los avances tecnológicos. 

A mi me parece que siendo esto cierto, no se trata de un juego de suma cero, tampoco se trata de un juego limpio. Los jugadores del centro tienen las mejores cartas, imponen las reglas y pueden apostar más porque tienen más dinero acumulado, en fin, el juego es mucho más cerrado de lo que pretenden los críticos de la teoría.

En segundo término, los críticos afirman que si la teoría del sistema mundial estuviera en lo cierto, entonces los países más pobres serían los que han mantenido vínculos más estrechos con los países desarrollados. Hay ejemplos de países periféricos como Etiopía que han tenido un contacto relativamente débil con los países ricos, también hay ejemplos de que las inversiones de capital procedente de los países del centro favorecen el crecimiento económico. 

En mi opinión, si bien es verdad que hay crecimientos económicos derivados de la inversión del capital del centro en las naciones periféricas y semiperiféricas, en la mayoría de los casos ha sido manteniendo patentes, propiedades, royalties y demás mecanismos que permiten seguir con la dirección de los asuntos económicos del lado del centro. Es más, en general, el motivo por el que se ha invertido en la periferia ha sido la deslocalización, la búsqueda de salarios más bajos para disminuir los costes de producción lo que ha afectado a las clases trabajadoras del centro. No ha sido una inversión altruista sino la búsqueda de beneficios. Por último, el caso de Etiopía no me parece relevante, sólo hay una cosa peor que ser una nación periférica en un sistema global, es ser una nación periférica aislada.

En tercer lugar, se ha calificado a la teoría del sistema mundial como simplista porque reduce, en última instancia, la desigualdad del mundo a un único factor: el impacto del sistema capitalista mundial. Al centrarse en factores externos a las sociedades no desarrolladas se tiende a considerarlas como víctimas pasivas y no se tienen en cuenta procesos que tienen lugar dentro de esos países y que contribuyen a explicar sus dificultades económicas. Por ejemplo se critica que no se tenga en cuenta los valores culturales, por ejemplo el caso de Irán,  en el que la revolución islámica cortó muchos lazos con Occidente, también se cita a los dictadores que pululan por los países en desarrollo, o la oposición a los programas de control demográfico que buscan mejorar el bienestar de las poblaciones de ciertos países de la periferia.

En este punto sí que veo motivos para la crítica, quizás porque se trate más de una teoría económica que sociológica.  Sí hay patrones culturales que se oponen al desarrollo económico tal y como lo entendemos en Occidente. El que esto sea bueno o malo ya es harina de otro costal. Aun así alguno de los ejemplos que se suelen dar no están muy justificados, cuesta admitir a muchos dictadores únicamente como productos culturales de una nación sin ninguna relación con el centro, ¿podría Pinochet haber dado el golpe de Estado sin el apoyo de los Estados Unidos?, ¿se podría haber mantenido Franco tantos años sin el consentimiento tácito y desganado de las potencias del centro?.

Por último, también se critica a esta teoría porque, frente al problema de la pobreza  y la desigualdad global, ofrece soluciones muy vagas como son la limitación de las relaciones económicas internacionales, la nacionalización de las empresas extranjeras o acabar con el sistema capitalista mundial. 

Bueno, puede ser, para mí que la función de una teoría no es tanto proporcionar soluciones como explicar los fenómenos ya sean naturales o sociales. Nuestro mundo es muy complejo, hay muchos intereses en conflicto y no creo que haya soluciones maestras pero no veo que esto se pueda achacar a la teoría del sistema mundial. Y eso es un drama en sí mismo, puesto que reduce nuestras esperanzas de conseguir un mundo mejor. Cómo dice Edgar Morín, navegamos a toda velocidad en una nave espacial, la Tierra, que está propulsada por cuatro motores asociados y a la vez incontrolados: ciencia, técnica, industria y beneficio. Como dicen por estos pagos, “la torta que nos podemos dar es morrocotuda”. Así que si yo fuera uno de esos jerarcas de las elites internacionales estaría pensando en un plan “B”.

La teoría del sistema mundial es amplia, son muchos estudios y autores que han surgido a partir de los primeros escritos de Wallerstein. He intentado dar una visión más o menos completa y comprensible de esta teoría, tengo que reconocer que no me ha resultado fácil, he consultado muchas fuentes y – alguno de los borradores se me fue a quince páginas – he tenido que resumir mucho, espero que el resultado comprensible. En el artículo anterior propuse algunas preguntas que he contestado en su mayoría pero no a todas, en un futuro próximo volveremos a la teoría del sistema económico mundial.

Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo

1.    La división internacional del trabajo hace referencia a la especialización que hay en el sistema global. Las naciones desarrolladas fabrican productos manufacturados de alta tecnología y las naciones pobres, materias primas. También hace referencia a las cadenas de distribución de los productos cuyos nodos principales dominan las naciones poderosas.

2.    Entre los autores más importantes de la teoría del sistema económico mundial están Immanuel Wallerstein, David Snyder, Edward Kick, Peter Taylor, Colin Flint, Kees Terlouw, Ben Deurdder, Terry Boswell, Carlos Antonio Aguirre, Peter Walkin, Giovanni Arrighi, Jessica Drengel y un amplio etcétera.

3.    David Snyder y  Edward Kick que publicaron en 1979 el ensayo: “Structural Position in the World- system and Economic Growth, 1955-1970: a multiple-network analysis" 

4.    Harold Kerbo es profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la California State Politechnic University (CalPol). Para más información pulse aquí

5.    Daniel Chirot es profesor de Estudios Internacionales de la Facultad de Sociología de la Universidad de Washington. Para más información pulsa aquí

6.    Immanuel Wallerstein es un científico social norteamericano, principal autor de la teoría del sistema económico mundial. Para más información pulsa aquí

7.    En el siglo XVII los Países Bajos lograron la dominación en el sistema mundial, una vez que su revolución política instauró un Estado modernizado que apoyaba a los capitalistas, un sistema financiero revolucionario para la época, así como el desarrollo de nuevas tecnologías sobre todo en el sector naval. Todo esto dio una ventaja competitiva en el comercio y en la carrera por las colonias. 

Con el tiempo los Países Bajos empezaron a sufrir un relativo declive económico. Otras naciones copiaron los nuevos métodos de producción y de banca inventados por los holandeses. La dominación de la productividad holandesa también disminuyó debido al aumento del nivel de vida lo que a su vez condujo a un incremento en los costes de producción. A partir de ahí perdió la dominación del comercio y, cómo no, la dominación financiera se vio afectada.

Sus banqueros, en busca de inversiones lucrativas, se marcharon en parte del país. Apostaron por Inglaterra y financiaron al sustituto de Holanda en la cima del sistema mundial, con lo que dañaron la posición económica de sus compatriotas pero supuso un aumento de sus ganancias. Ya sabéis como las gastan los banqueros.

8.    Terry Boswell fue profesor de sociología en la Emory University en Atlanta. Fue especialista en estratificación social, mercados de trabajo y desigualdad social. Investigó con sus colaboradores el sistema mundial, apartado en el que publicó varios estudios. Para más información pulsa aquí.

9.    Un hecho, que no por anecdótico es menos significativo, es que Dwight Eisenhower en el momento en que estalla la guerra en Europa era teniente coronel, eso sí, de estado mayor. Pocos años después era general de cinco estrellas – máximo grado que se puede alcanzar - y comandante en jefe de los aliados en Europa, un ascenso meteórico. Esto marca por un lado, lo increíblemente  pequeño que era el ejército norteamericano – de hecho era equivalente al ejército de Yugoeslavia - antes de la guerra y su no menos increíble crecimiento – según la Wikipedia llegaron a ser más de 16 millones de hombres al finalizar el conflicto-.

10.    Los años setenta no fueron muy halagüeños para los Estados Unidos, parecía que se cumplía su ciclo - Según Wallerstein y otros autores, ninguna nación ha permanecido  más de 75 años en la cima del sistema mundial - y que entraban en una relativa decadencia. Coincidiendo con la crisis del petróleo y la guerra de Vietnam, la primera guerra perdida en su historia, la productividad de los Estados Unidos creció, pero no al mismo ritmo que la de los principales países europeos y, sobre todo, de Japón. 

Los Estados Unidos estaban perdiendo la partida en la primera de las dominaciones del Wallerstein, la de la productividad, debido a – entre otras cosas –  por la falta de competencia real en una economía nacional muy concentrada, mucho gasto en defensa, la falta de reinversión, de investigación y desarrollo y al aumento del nivel de vida. 

Durante los años ochenta, la segunda dominación – la del mercado – comenzó a resentirse, su déficit comercial aumentó enormemente hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares. Y al resentirse la balanza comercial también decayó la última de las dominaciones, la financiera. A principios de los ochenta Estados Unidos contaba con los bancos más poderosos del mundo, al final de la década, sólo contaba con dos entre los diez más importantes, el resto eran japoneses. Estados Unidos estaba flaqueando en las tres dimensiones que forjaban su liderazgo económico mundial.

Sin embargo, cuando terminó la Guerra Fría y la Unión Soviética dejó de existir, se cambió por completo el panorama. La productividad aumentó considerablemente, la inversión nacional se disparó, el sistema financiero se revalorizó y al final de la década de los noventa volvió a encabezar las listas de bancos y empresas mundiales. ¿Qué es lo que pasó?.

Según Kerbo, lo que pasó fue que se fraguó una nueva estrategia nacional de los principales empresarios y políticos conservadores con el fin de lograr que los Estados Unidos fueran más competitivos. El programa estaba constituido por las siguientes políticas: La producción ajustada, el recorte de salarios, el recorte de prestaciones sociales, la temporalidad en el empleo, el alargamiento de la jornada laboral. Queridos lectores, ¿acaso os suena esta tonadilla?. Sí, es el famoso neoliberalismo.

Al socaire del declive económico las elites económicas de Estados Unidos se hicieron más activas políticamente a finales de los años setenta y principios de los ochenta, son los años de Ronald Reagan. La presión de los lobbies para lograr del gobierno menos impuestos, menos gasto en bienestar, menor regulación laboral y bancaria continuó durante años y se intensificó a partir de 1994 cuando los republicanos consiguieron el control del Congreso y del Senado por primera vez desde los años cincuenta.

El factor diferenciador que había logrado el renacer económico de los Estados Unidos fue el dumping social, el coste total de la unidad de trabajo - los costes del trabajo incluidos los salarios, beneficios e impuestos - era al final de los noventa, el más bajo los siete países capitalistas más importantes. Las condiciones laborales en el gigante norteamericano sufrieron una revolución silenciosa que permitió a las empresas producir y vender bienes en todo el mundo y en su propio país a un coste menor que las principales naciones industriales.

Después de la Segunda Guerra Mundial  se impuso un estilo de capitalismo de rostro humano que dio origen al Estado de bienestar, en Estados Unidos nunca llegó a alcanzar los niveles europeos bien es cierto. Con esta revolución silenciosa se planteó una tensión entre ambos modelos de capitalismo, la economía neoliberal y la economía social de mercado, parece que es la primera la que está ganando el pulso. Los británicos se contagiaron enseguida, tuvieron su propio producto nacional equivalente de Ronald Reagan en la señora Tatcher. 

Hubo más resistencia por parte de la Europa continental, Kerbo en su edición de 2004 habla todavía de un modelo alemán y de un modelo francés de economía en contraposición al anglosajón, pero después de la crisis de 2008 los criterios de optimización de los parámetros macroeconómicos a base de cargar los costes sobre las clases media y trabajadora ha tomado cuerpo en la Unión Europea. Actualmente Alemania ha sufrido una revolución conservadora con la señora Merkel que aplica sus recortes a su clase trabajadora y que trata a los países del sur de Europa como países periféricos y Francia, la que otrora era uno de los ejes de Europa, está confinada en sus propios problemas y no deja de ser una comparsa del gigante económico germano.

11.    A este respecto es muy interesante el artículo “En las entrañas de los BRIC. Análisis de la naturaleza semiperiférica de Brasil, Rusia, India y China”, de Daniel Efrén Morales Ruvalcaba, publicado en “Austral”, la revista brasileira de estrategias y relaciones internacionales, v 2, n.4, Jul/Dic 2013. Copia del Artículo.

12.    En este sentido son muy interesantes las aportaciones de la red de investigación GaWC (Globalization and World Cities) que se dedican a estudiar el papel de las grandes ciudades del planeta en el sistema mundial. Pertenecen a este grupo gente selecta como Manuel Castells o Saskia Sassen. Para más información pulsa aquí.

Bibliografía:

John Mancionis y Ken Plummer
Sociología
Prentice-Hall
Madrid 2005

Conrad Phillip Kottak
Antropología
Una exploración de la diversidad Humana
McGraw-Hill
Madrid 1999, 6ª edición

Harold R. Kerbo
Estratificación Social y Desigualdad
Mc Graw Hill
Madrid 2003

Daniel Efrén Morales Ruvalcaba,
Austral, revista brasileira de estrategias y relaçoes internacionais,
Brasilia v 2, n.4, Jul/Dic 2013.