La
sufragista Emily Wilding Davidson y una instantánea del momento de su atropello
en el Derby de Epsom
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La
révolution fémenine doit maintenant completer la revolution proletaire,
comme
celle-ci consolida la revolution bourgoise,
émanée d’abord
de la révolution philosophique
Auguste Comte
Catéchisme
positive, prefacio
Este es el
tercer artículo de la serie que estoy haciendo sobre los aspectos sociales del
género. El primero, "Todo lo que quería saber sobre
el sexo y el género", trata sobre los
conceptos sociológicos básicos sobre el género, en especial, sobre la socialización
de género. En el segundo de la serie, "Estratificación de género", hablamos de la distribución desigual de la riqueza, el poder y los
privilegios entre hombres y mujeres.
En este
artículo vamos a ver con más detenimiento la teoría feminista cuyo estudio no habíamos abordado todavía en
Sociología Divertida y, la verdad, no se
me ocurre mejor momento para hacerlo que dentro de esta serie sobre el género.
Quedaría para el cuarto artículo y último de la serie, el estudio de las aportaciones sobre sociología del género de las principales
escuelas como el funcionalismo, la sociología del conflicto o el
interaccionismo simbólico.
Definición
Para
Macionis (1) y Plummer
(2), el feminismo
es la ideología que defiende la
igualdad social para ambos sexos, en oposición al patriarcado y al sexismo.
Para otros autores como Giddens (3) y Garvía (4)
se trata de un movimiento social que
tiene por objetivo terminar con la discriminación por razón de género y
procurar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Incluso se ha
hablado de un feminismo de Estado
que haría referencia a las organizaciones públicas encargadas de promover
políticas públicas a favor de la mujer.
En cualquier
caso, se trata de una ideología basada en un conjunto de teorías que intentan
explicar la situación de la mujer en la sociedad en cada momento histórico y de
un movimiento social que trata de solucionar esa situación y que ya ha
conseguido mejoras significativas a lo largo de la historia.
Origen
e historia
Puede
parecernos, sobre todo a los españoles que por nuestra historia particular
hemos llegado tarde a todos los fenómenos sociales típicos de las sociedades
industriales, que se trata de algo reciente, de las últimas décadas, pero no es
así, existe una larga tradición feminista.
Es más, en
cierto sentido la perspectiva feminista ha existido siempre, pero si hay que
poner un punto de partida habría que hacerlo con la aparición de escritos de
protesta hacia 1630 que se fueron
publicando de forma persistente, aunque sin demasiada influencia en la sociedad
de aquel tiempo, durante ciento cincuenta años. Después de 1780 los escritos
feministas se convirtieron en un esfuerzo colectivo relevante que aumentó su
difusión y el alcance de su crítica.
Son de
destacar por su influencia dos obras. En 1792, "Reivindicación de los
derechos de la mujer", de Mary Wollstoncraft (5) y, la obra clásica del liberalismo, "El
sometimiento de la mujer" de John Stuart Mill (6) y Harriet Taylor Mill (7). En ambas obras se
atacaba la situación de inferioridad de la mujer y se reivindicaba la igualdad
ante la ley.
A partir de
1840, en los comienzos de la sociología, las primeras sociólogas quedaron en la
periferia de la profesión y las preocupaciones feministas se expresaron en los
márgenes de la disciplina, mientras que los padres de la sociología - Spencer (8), Weber (9), Durkheim (10) - daban respuestas conservadoras a las
argumentaciones feministas considerándolas irrelevantes para la sociología que
desarrollaban. Esta situación se ha mantenido de esta manera hasta la década de
1960.
Merece
especial mención la lucha de las sufragistas.
Uno de los objetivos principales del movimiento feminista fue la movilización
para conseguir el derecho al voto para la población femenina. La historia de
Emily Wilding Davison (11)
- cuya foto encabeza este artículo - es muy significativa. Fue atropellada
mortalmente por el caballo del rey Jorge V en el derby de Epsom, cuando
intentaba colocar una pancarta. El derecho al voto femenino se consiguió en el
Reino Unido unos años después, en 1918, en 1920 en los Estados Unidos, en
España en 1931 durante la II República (12) y, cosa rara pues siempre ha sido una nación
muy progresista, en Francia en 1944.
Cómo
decíamos en párrafos anteriores se ha producido a partir de 1960 una eclosión
del movimiento feminista, entrando en el primer plano en la vida política, social
y cultural. Asimismo, las cuestiones planteadas por el feminismo han logrado
introducirse por fin en el discurso académico de la sociología constituyendo lo
que se conoce generalmente por sociología
del género.
El feminismo
ha "redescubierto" el mundo desde el punto de vista de la "parte
oculta" de la humanidad pues las mujeres, hasta ahora, han sido
invisibles. Han desempeñado papeles subordinados pero indispensables para
mantener la sociedad en la que vivimos y, en general, no se ha reconocido su
importancia.
En opinión
de Ritzer (13) este
desvelamiento del papel de la mujer cuestiona todo lo que hemos creído conocer
de las sociedades y las implicaciones que se derivan de este descubrimiento
constituyen el sustrato que la teoría feminista actual aporta a la teoría
sociológica.
Características del feminismo
Dentro de la
teoría feminista se agrupan múltiples disciplinas y una gran variedad de
corrientes. Un poco más adelante vamos a dar un repaso a todas ellas, pero
ahora, lo que vamos a estudiar es aquello que las une, es decir, lo que
cualquier tipo de feminismo suscribiría sin grandes problemas.
Si empezamos
por las características básicas, en
primer lugar tenemos que la teoría feminista se caracteriza por su principal
objeto de investigación, es decir, la situación y experiencias de las mujeres
en la sociedad. En segundo término por el sujeto de su investigación: la mujer.
Como tercer punto cabe destacar que el feminismo es una teoría crítica y
activista que aspira a conseguir un mundo mejor para las mujeres y, por ende, a
toda la humanidad.
Ya más específicamente, la cuarta
característica del feminismo es su carácter interdisciplinar que no sólo
incluye a la sociología sino que se adentra en otras disciplinas como la
antropología, la economía, la biología, la historia, la filosofía y el derecho,
entre otras. Incluso participan en este movimiento escritores y escritoras
famosos que no siguen necesariamente el método de una determinada disciplina
pero que inundan las librerías de ensayos y obras literarias que difunden las
ideas feministas hasta el punto que muchas de ellas han sido incorporadas al
acervo cultural de las sociedades avanzadas.
En quinto
lugar, y ya centrándonos en la
sociología, las sociólogas feministas no concentran sus esfuerzos en
extender su disciplina sino que desarrollan una concepción crítica de las
sociedad que sirva para cambiar el mundo. Como consecuencia de ello hay un buen
número de sociólogos que dudan que la teoría feminista se pueda incorporar a la
teoría sociológica, debido ese aspecto valorativo y reivindicativo la aleja de
las credenciales científicas necesarias y la sitúa más cercana a una teoría
vinculada al activismo político.
Y ya, por
último, este activismo político del
feminismo, de cualquier tipo, tiene como objetivo la eliminación de la estratificación de
género, el fin de la violencia sexual y el control por parte de las mujeres de
su propia sexualidad, y por ende, el control de la reproducción.
Las principales preguntas que se hace el feminismo
Para Madoo (14) y Niebrugge-Brantley
(15) el feminismo
ha tratado de responder a tres preguntas y, dependiendo del tipo de respuesta
que se dan, se puede establecer una tipología de las teorías feministas que en
el mundo han sido.
La primera
pregunta es aparentemente simple: ¿qué
hay de las mujeres?. Esta cuestión se refiere a la situación en la que las
mujeres viven en la sociedad. Si están ocultas o no, y si lo están, qué hacen
para evitarlo, cómo experimentan esa situación y qué significa para ellas.
La segunda
pregunta básica del feminismo es: ¿Entonces
por qué la realidad es como es?. Mientras que la primera cuestión
contribuye a la descripción de la situación de la mujer en el mundo real, la
segunda hace referencia al desarrollo de una explicación de ese mundo. Con
estas preguntas, el cómo y el por qué, la teoría feminista ha
producido una teoría de la vida social cuya aplicabilidad resulta universal.
A estas dos
preguntas se le añade una tercera: ¿cómo
podemos cambiar y mejorar el mundo?. Esta pregunta tiene que ver con el
aspecto activista y político del feminismo, que no sólo aspira a explicar la
situación de las mujeres sino que pretende mejorarla. En sociología, sólo las
teorías de Marx y sus seguidores comparten este interés por el cambio muy en la
línea del lema "hay que dejar de
explicar el mundo, vamos a cambiarlo".
Tipología de las teorías feministas
De todas las
clasificaciones de los distintos tipos de feminismo que han llegado a mis manos, la más original y
clara me ha parecido la que proponen Madoo y Nierbrugge-Brantley basándose en
las dos primeras preguntas que hemos planteado en el apartado anterior: ¿qué
hay de las mujeres? y ¿por qué el mundo es como es?. Según estas autoras a la
pregunta de qué hay de la mujeres existen tres respuestas posibles.
En primer
lugar, la mayoría de las mujeres se encuentran en una situación distinta e
inferior a la de los hombres en posiciones sociales semejantes. La
investigación en este punto se centra en los detalles de esas diferencias y la
producción teórica consecuente la constituyen las teorías de la diferencia.
La segunda
respuesta a la pregunta es que la posición social de las mujeres no difiere
demasiado de la de los hombres pero es menos privilegiada y, por tanto, existe
desigualdad de género. La investigación se centra entonces en la naturaleza de
esa desigualdad y las teorías que se extraen de ella son las teorías de la desigualdad.
Respecto de
la tercera respuesta posible cabe decir que la situación de las mujeres ha de
comprenderse a partir de una relación de dominación. Las mujeres están
oprimidas, es decir, son reprimidas, subordinadas, moldeadas y usadas por los
hombres. Las teorías de este tipo se denominan teorías de la opresión.
Pero si nos
acordamos nos queda una segunda pregunta básica: ¿por qué la situación de las
mujeres es la que es?. Esta pregunta nos ayuda a distinguir, para cada una de
las categorías que hemos encontrado, entre distintos enfoques o explicaciones.
El cuadro que viene a continuación nos
aclara esta segunda subdivisión.
Tipos Básicos de la Teoría
Feministas
|
Distinciones dentro de las
categorías
|
|
Respuesta a la pregunta descriptiva:
¿Qué hay de las mujeres?
|
Ideas
Básicas
|
Respuestas a la pregunta descriptiva:
¿Por qué la situación es como es?
|
Teorías de la Diferencia
|
La situación y la
experiencia femenina es diferente de los hombres en la misma posición
socioecónomica
|
Explicaciones Biosociales
|
Explicación
institucionalista
|
||
Explicación psicosociológica
|
||
Teorías de la Desigualdad
|
La situación de las mujeres
en la mayoría de las situaciones no sólo es diferente sino menos privilegiada
que la de los hombres en la misma posición socioeconómica
|
Feminismo Liberal
|
Feminismo Marxista
|
||
Teorías de la Opresión
|
Las mujeres no sólo son
diferentes o desiguales sino que se hallan oprimidas, subordinadas,
moldeadas, usadas y son objeto de abuso por parte de los hombres
|
Explicaciones
psicoanalíticas
|
Feminismo Radical
|
||
Feminismo Socialista
|
||
Explicaciones feministas de
la tercera ola
|
Fuente
George Ritzer
De esta
manera, entre las teorías de la diferencia nos encontramos con tres
explicaciones distintas. En primer lugar nos encontramos con las explicaciones biosociales. Este enfoque
hay que situarlo dentro de las explicaciones conservadoras sobre las diferencias
de género. Para estos autores la evolución humana condujo a la especialización
de las funciones de hombres y mujeres y esto, a su vez, condujo a la
diferenciación de género.
En segundo
término tenemos la explicación
institucional que, lo mismo que las explicaciones sociobiológicas, nos dice
que las diferencias de género derivan de las funciones distintas de hombres y
mujeres, solo que establecen unas raíces institucionales en vez de razones
biológicas.
Por último,
dentro de las teorías de la diferencia, tenemos las teorías psicosociales del género que se basan en cómo los elementos
de la cultura, como el lenguaje o los símbolos, conforman una realidad social
que establece una dicotomía entre lo femenino y lo masculino. Se centran también
en el proceso de socialización de género y cómo se establecen las diferencias
en el aprendizaje social básico.
Respecto de
las teoría de la desigualdad nos encontramos con dos enfoques de larga
tradición y difusión: el feminismo
liberal - que veremos más adelante en un apartado específico - y el feminismo marxista. Éste último combina
el análisis marxista de clase y la protesta social feminista, dando lugar a una
teoría de la desigualdad entre los géneros.
Dentro de
las teorías de la opresión tenemos el feminismo
radical, el feminismo socialista
- que vamos a ver aparte por su trascendencia - y las explicaciones
psicoanalíticas y del feminismo de la tercera ola.
Las explicaciones psicoanalíticas intentan
explicar el patriarcado utilizando las teorías de Freud y de sus sucesores.
Estas teorías destacan las emociones enterradas en el subconsciente. La
importancia de los primeros años de la infancia en el comportamiento que lleva
a los hombres mediante sus acciones cotidianas a mantener el sistema social del
patriarcado.
El feminismo de la tercera ola hace
referencia a un conjunto de escritos críticos que se resisten a aceptar el
planteamiento conceptual - típico del feminismo de los años '60 y '70 - de usar
una categoría genérica de estratificación de género: la mujer. En cambio , esta
teoría se centra en las implicaciones de las diferencias entre mujeres
atendiendo a la clase, la raza, la etnicidad o el país. La mayor parte de los
autores de la tercera ola son mujeres de color.
El feminismo liberal
Dentro de la
teoría feminista contemporánea el feminismo liberal ocupa una posición
minoritaria, sin embargo al mismo tiempo, es el enfoque más difundido y está en
la base de gran parte de la literatura popular que aboga por la mujer
profesional, por la igualdad de responsabilidad ante los hijos, la igualdad de
derechos y la supresión de los prejuicios y de la discriminación que sufren las
mujeres.
Parte del
liberalismo clásico y achaca la desigualdad de género, aparte de la división
sexual del trabajo, a la existencia de dos esferas de actividad: pública y privada. En la primera, que
engloba todo lo relacionado con el mundo laboral y político, existe un
predomino de los hombres y en la segunda esfera que es la del hogar y la
familia el predominio es de las mujeres.
El
mantenimiento de este status quo se
realiza mediante una ideología , en cierto modo similar al racismo, el sexismo. El sexismo es una mezcla de
prejuicios, discriminaciones y creencias en las diferencias naturales - y por
tanto incontestables - entre hombres y mujeres que explican las diferencias
sociales. Por tanto, se trata de eliminar el sexismo.
Proponen el
uso de canales políticos y legales, en los mensajes de los medios de
comunicación, proponen cambios en la familia sin que resulten drásticos y
amenacen su existencia. Por supuesto, como liberales que son, no creen en
soluciones colectivas sino que hombres y mujeres, trabajando individualmente,
deben mejorar sus vidas terminando con
las barreras culturales y legales fundamentadas en el género.
La situación
ideal a la que se debe llegar según el feminismo liberal se producirá cuando
cada individuo, independientemente de su sexo, pueda elegir su modo de vida y
se respete y acepte dicha decisión.
Feminismo radical
Lo que
caracteriza al feminismo radical es una intensa valoración positiva de mujeres
y, como consecuencia de ello, una profunda indignación por su opresión. Por su
apasionada combinación de amor hacia la mujer e indignación, las feministas
radicales se asemejan a lo grupos raciales y étnicos más militantes.
Toda
sociedad se caracteriza por la opresión. Cada institución social es un sistema
en el que unas personas dominan a otras, ya sea entre las clases, los grupos
raciales y religiosos, las categorías de edad o, cómo no, el género cuyo
sistema de dominación es el patriarcado.
Para el
feminismo radical las reformas propuestas por el feminismo liberal se quedan
muy cortas. La eliminación de la desigualdad de género sólo se conseguirá
eliminando la misma noción de género. Dado que el poder de los hombres se
fundamenta en el control sobre el cuerpo de las mujeres, las feministas
radicales tratan de abolir la "sexualidad masculina", la educación de
los niños de acuerdo con cánones actuales y la familia tal y como la conocemos.
En general, se trata del derrocamiento revolucionario de orden patriarcal.
Feminismo socialista
Las
feministas socialistas se trazaron el proyecto formal de lograr una síntesis
entre el feminismo marxista y el feminismo radical y superar las teorías
feministas existentes hasta el momento de su aparición.
Comparte con
el feminismo radical el hecho de que las reformas propuestas por las feministas
liberales son muy laxas, la familia burguesa debe ser reestructurada para
terminar con la esclavitud doméstica y compartir entre hombres y mujeres las
tareas del hogar y el cuidado de los niños.
Todo esto se
conseguirá en una sociedad transformada por la revolución socialista que establecerá
una economía centralizada, capaz de satisfacer las necesidades de todos. Sólo
en ese contexto de una sociedad socialista se conseguirán los objetivos de
liberación personal de hombres y mujeres conjuntamente.
Conclusión
Hemos de
poner punto final a este viaje por la teoría y la praxis de uno de los
movimientos sociales más importantes de las últimas décadas. De todos los
aspectos que sobre el sexo y el género quería tocar sólo restaría dar un
vistazo a lo que nos han contado las distintas escuelas sociológicas respecto a
la sociología del género que, cómo veremos, tampoco es que se explayaran. Lo
veremos en el próximo artículo.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo
Nota especial:
La traducción del texto del inicio de Comte es la siguiente:
“La revolución
femenina debe ahora completar la revolución proletaria, como ésta consolidó la
revolución burguesa, emanada a su vez de la revolución filosófica”
Augusto Comte. El Catecismo Positivista. Prefacio
Notas:
- John Macionis es profesor de sociología en el Kenyon College en Ohio, EEUU.
- Ken Plummer es profesor de sociología en la Universidad de Essex, Reino Unido
- Anthony Giddens (Londres, Inglaterra, 18 de enero de 1938) es un sociólogo inglés, reconocido por su teoría de la estructuración y su mirada holística de las sociedades modernas. También adquirió gran reconocimiento debido a su intento de renovación de la socialdemocracia a través de su teoría de la Tercera Vía. Es considerado como uno de los más prominentes contribuyentes modernos en el campo de la Sociología, es autor de al menos 34 libros publicados en no menos de 29 idiomas —publicando en promedio más de un libro por año—. También se lo ha descrito como el científico social inglés más conocido desde John Maynard Keynes
- Roberto Garvía es Profesor Titular de Sociología acreditado a Catedrático desde 2010 en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido Visiting Scholar en Harvard, Yale, Mozarteum Universität, y el Instituto Max-Planck. También fue Catedrático Príncipe de Asturias en Georgetown University (2008-2010), Sus investigaciones se centran en sociología de las organizaciones, sociología económica y lengua y sociedad.
- Mary Wollstoncraft (27 de abril de 1759-10 de septiembre de 1797) fue una filósofa y escritora inglesa. Considerada una de las grandiosas figuras del mundo moderno, escribió novelas, cuentos, ensayos, tratados, un relato de viaje y un libro de literatura infantil. Como mujer del siglo XVIII, fue capaz de establecerse como escritora profesional e independiente en Londres, algo inusual para la época. En su obra Vindicación de los derechos de la mujer (1792), argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecen serlo porque no reciben la misma educación, y que hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales. Imagina, asimismo, un orden social basado en la razón. Con esta obra, estableció las bases del feminismo moderno y la convirtió en una de las mujeres más populares de Europa de la época.
- John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806-Aviñón, Francia, 8 de mayo de 1873) fue un filósofo, político y economista inglés de origen escocés, representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, planteamiento ético propuesto por su padrino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundido con profusión por Stuart Mill.
- Harriet Taylor Mill (Londres, 8 de octubre de 1807 - Aviñón, 3 de noviembre de 1858) fue una filósofa inglesa del feminismo, luchadora por los derechos humanos. Su segundo esposo fue John Stuart Mill, uno de los pensadores preeminentes del siglo XIX. Sus escritos pueden ser encontrados en The complete works of Harriet Taylor Mill.
- Herbert Spencer (Derby, Inglaterra, 1820-Brighton, Inglaterra, 1903) fue un naturalista, filósofo, psicólogo, antropólogo y sociólogo inglés. Fue uno de los más ilustres positivistas de su país. Ingeniero civil y de formación autodidacta, se interesó tanto por la ciencia como por las letras. Ver en este mismo blog: “De cuando la sociología daba sus primeros pasos III: Reino Unido e Italia”.
- Maximilian Carl Emil Weber (Erfurt, 21 de abril de 1864-Múnich, 14 de junio de 1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido antipositivista.
- Émile Durkheim (Épinal, Francia, 15 de abril de 1858 – París, 15 de noviembre de 1917) fue un sociólogo francés. Estableció formalmente la disciplina académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia. Ver “Decuando la sociología daba sus primeros pasos” en este mismo blog
- Emily Wilding Davison (Blackheath, Londres, 11 de octubre de 1872 - 8 de junio de 1913) fue una activista británica, militante del sufragio, que fue atropellada por el caballo del rey Jorge V, Anmer, en el Derby de Epsom el día 4 de junio de 1913 y falleció a causa de este suceso cuatro días después.
- La primera vez que se reconoció en España el sufragio femenino fue en la Constitución de 1931 de la Segunda República Española, aunque en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931 que se realizaron por sufragio universal masculino, a las mujeres se les reconoció el derecho al sufragio pasivo, por lo que pudieron presentarse como candidatas. Aunque sólo tres mujeres resultaron elegidas (Margarita Nelken en las listas del Partido Socialista Obrero Español, Clara Campoamor en las del Partido Republicano Radical y Victoria Kent en las del Partido Republicano Radical Socialista) tuvieron un destacado protagonismo, especialmente las dos últimas, en el debate sobre la concesión del derecho al voto a las mujeres (sufragio activo).
- George Ritzer nació en 1940 en la ciudad de Nueva York, se graduó en sociología en la Escuela Superior de Ciencia del Bronx en 1958. En la actualidad es profesor de sociología de la Universidad de Maryland. Sus principales áreas de interés son la Teoría Sociológica y la Sociología del Consumo. Fue director de las secciones de Teoría Sociológica (1989-1990) y de Organizaciones y ocupaciones (1980-1981) de la Asociación Americana de Sociología.
- Patricia Madoo Lengermann es profesora e investigadora de la Universidad George Washington, en donde lleva enseñando 25 años, dirige el programa de graduados del departamento de sociología y es directora del programa de estudios de la mujer.
- Jill Niebrugge-Brantley, socióloga, profesora de la Universidad de Virginia, especialista y autora de numerosas publicaciones en sociología de género y teorías feministas.
Bibliografía:
Sociología
Anthony Giddens
3ª Edición
Alianza Editorial
Madrid 2000
Sociología
John J. Macionis y Ken Plummer
Paerson-Prentice Hall
Madrid 2005
Patricia Madoo Lengermann y Jill Niebrugge-Brantley
Teoría Feminista Contemporánea
En Teoría Sociológica Moderna
George Ritzer
5ª Edición
ED. McGraw-Hill
Madrid 2001
Conceptos Fundamentales de Sociología
Roberto Garvía
Segunda Reimpresión
El Libro Universitario
Alianza Editorial
Madrid 2003
Maricela Guzmán y Augusto Pérez
La Teoría de Género y su Principio de Demarcación Científica
Revista Cinta de Moebio nº 30
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Chile
Santiago de Chile 2007