Un Dios antropomórfico creando al hombre. Capilla Sixtina, Miguel Angel
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Introducción
Ya lo he dejado escrito en otros
artículos de Sociología Divertida, la antropología – en este caso la
antropología social – fue una de las asignaturas que más me gustaron en mis
tiempos de estudiante.
Fue de estas asignaturas que te
enamoran, te parecen tan interesantes que no te conformas con lo que te dan en
clase y amplías con más libros o artículos, lo cual tiene su peligro porque le
quitas tiempo a otras asignaturas menos atractivas pero que hay que aprobar
también.
Estudiar antropología social es,
en cierto modo, como ver documentales del “National Geographic”, hasta ese
punto puede ser divertido. Es tanta la variedad cultural de estos pequeños,
afanosos e inquietos seres humanos que habitan este viejo planeta, tantas
costumbres originales diversas, apartadas en la distancia y en el tiempo de las
nuestras, que no paras de asombrarte.
Ahora bien, como suele pasar en
otras ciencias sociales, definir y
establecer los límites de la
antropología es tarea difícil. En el caso que nos ocupa yo diría que especialmente
difícil. En primer lugar porque el
concepto de antropología ha evolucionado mucho con el tiempo. En los principios
de esta ciencia, el objeto era el estudio de lo que entonces, sin ningún rubor,
se llamaban pueblos primitivos. Y no es hasta mediados del siglo pasado, quizás
gracias a la figura de Levi-Strauss (1), cuando esta disciplina incorpora como objeto de estudio al
ser humano a través de la ciencia contemplada en toda su integridad, es decir,
desde una perspectiva holística. Esta nueva etapa se la podría caracterizar en
única frase del propio Levi-Strauss cuando dijo que no existen pueblos en
estado infantil. En la antropología moderna caben tanto estudios sobre una
tribu de Nueva Guinea-Papúa y sobre una tribu urbana de una ciudad occidental.
En segundo lugar porque existe una confusión lógica entre el
término antropología y el término etnología que no nos ayuda precisamente a entender de qué estamos
hablando. En opinión de Lombard (2), la diferencia entre ambas, si es que existe, sólo aparece
cuando se examinan estos términos teniendo en cuenta las escuelas teóricas
principales. El término antropología se usa más en las escuelas de influencia
anglosajona y el término etnología se ha usado siempre en la escuela francesa
conservado a contracorriente por razones institucionales y académicas y,
supongo también, por esa tozudez tan francesa de mantener sus valores
culturales resistiendo la fuerte ola de americanismo que nos invade. Visto lo
cual, creo que podemos aventurarnos a considerar ambos términos como sinónimos.
Y en tercer lugar, como señala Kottak (3), porque se trata de una ciencia holística que
estudia el pasado, el presente, la biología, la sociedad, el lenguaje y la
cultura humanos. Y, como consecuencia, tiene muchas aplicaciones que han dado
lugar a múltiples subdisciplinas que merecerían ser campos científicos
separados como la antropología social y cultural, la antropología biológica y
física, la antropología forense o la lingüística entre otras.
Sin embargo hay un denominador común que une todas estas
materias. Kottak nos habla de un interés
común en la evolución. Evolución biológica y cultural, resultado de la
adaptación humana a su entorno cambiante por ambas vías y que ha producido una
evolución histórica de las formas sociales. Sin olvidar que, en este proceso,
la gente ha tenido que ir enfrentándose a fuerzas generadas por sistemas cada
vez más amplios en una escala que abarca la localidad, la región, la nación y,
últimamente, el mundo. Cómo las personas se adaptan a estos cambios es objeto
de estudio de la antropología.
La antropología y sus disciplinas asociadas
Hemos visto en la introducción
que hay razones históricas, geográficas y de aplicación a distintos campos de
estudio, detrás del surgimiento de varias disciplinas que comparten en el marco
común de la antropología.
En este apartado vamos a dar un
repaso a todas estas disciplinas. Hay que decir que no existe una clasificación
única, hay bastante discrecionalidad entre los autores sobre lo que merece ser
señalado como disciplina asociada o subdisciplina o como simplemente una
aplicación específica de la antropología. Para resolver este problema vamos a
basarnos en la clasificación del antropólogo norteamericano Philip Kottak.
De esta manera, lo que sería la antropología general se puede
subdividir en: antropología sociocultural, arqueología, antropología biológica,
antropología lingüística, distintas antropologías aplicadas y la antropología
filosófica, ésta última no la cita Kottak pero se encuentra a menudo nombrada en
artículos y libros, así que algo diremos de ella.
La antropología sociocultural - o social y cultural, o social, o
cultural, o socioantropología que de todas estas formas puedes encontrarla en
la bibliografía - es el estudio de la sociedad y la cultura con especial
énfasis en las similitudes y diferencias culturales entre sociedades tanto en
el tiempo, es decir, la historia, como en el espacio entendido como el territorio
o como la diversidad geográfica.
En este estudio comparado entre
sociedades se distingue entre lo universal
– las características biológicas, sociales y culturales compartidas por todos
los seres humanos –, lo general –
compartidas por muchos grupos humanos pero no por todos – y lo particular – propias de un grupo
humano-.
Kottak señala dos aspectos
principales en la antropología sociocultural: la etnografía y la etnología. La etnografía proporciona la descripción de
un grupo humano, una sociedad o cultura particulares. Se basa en el trabajo de
campo. Tradicionalmente, los etnógrafos han convivido con pequeñas comunidades
y estudiado el comportamiento local en lo que se denomina observación participante (4).
El segundo aspecto es la etnología. Kottak, ya hemos visto la
opinión del antropólogo francés Lombard en la introducción, identifica la etnología y el análisis
antropológico. Es el análisis y el estudio comparado de los resultados de la
etnografía - y de las otras subdisciplinas - con el objeto de identificar y
explicar las características culturales de la sociedad estudiada y las
diferencias y similitudes entre culturas distintas.
La arqueología o antropología arqueológica reconstruye, describe e
interpreta el comportamiento humano y los patrones culturales mediante el
análisis de los restos materiales. Normalmente estos estudios se realizan sobre
culturas históricas pero también hay estudios sobre sociedades vivas. Como
curiosidad, como ejemplo de esto último, podemos citar la basurología (garbology) que es una disciplina que nace en los
Estados Unidos hacia mediados de la década de 1970 y consiste en el estudio
sistemático de la basura. Quienes la practican, a partir del análisis de los
restos en los vertederos, estudian los hábitos de consumo de una población y de
ahí gran parte de su comportamiento social.
El objeto de estudio de la antropología biológica o física es la
diversidad humana en el tiempo y el espacio debido a presiones medioambientales
- como el calor, el frío, la humedad, la altitud o las enfermedades - y a las
características genéticas que varían en función de dichas presiones.
La antropología lingüística se centra en el estudio del lenguaje en su
contexto social y cultural. Se analizan las lenguas en un contexto temporal y
geográfico con el fin de inferir las características universales del leguaje,
de reconstruir lenguas antiguas o de descubrir patrones de pensamiento. Cuando
se fija el objeto de estudio en la variación linguisitica en una lengua
concreta, para mostrar cómo el habla refleja las diferencias sociales, se
denomina sociolingüística.
La antropología aplicada incluye cualquier uso del conocimiento y de
las técnicas de las cuatro subdisciplinas que hemos descrito en párrafos
anteriores para identificar, evaluar y resolver problemas prácticos. Por
ejemplo se habla de antropología médica cuando los antropólogos colaboran en
programas de salud pública que tienen que ser compatibles con la cultura de la
población a la que va destinada esa política sanitaria, o bien, cuando los
antropólogos trabajan para agencias de desarrollo o cooperación, evaluando las
características culturales de las sociedades destinatarias de las ayudas. Y,
cómo no, lo que estamos hartos de ver en las series policíacas norteamericanas,
los antropólogos forenses que trabajan con la policía, los médicos y los
juzgados para identificar a las víctimas de accidentes o asesinatos a partir de
los restos humanos.
Por último, en esta contabilidad
de antropologías, vamos a citar a la antropología
filosófica. Ésta puede entenderse de dos maneras. En primer lugar podríamos
hablar del estudio filosófico del ser humano desde los comienzos de la
filosofía. Otra manera de entender la expresión sería más restringida, y se
aplicaría a un movimiento o escuela de pensamiento fundada en Alemania en los
años 1920 y 1930, formada por filósofos, antropólogos y sociólogos.
El objeto de la antropología
filosófica como escuela de pensamiento sigue siendo el fenómeno humano, en
especial, aquellas manifestaciones que entrañan un cierto enigma o paradoja,
tales como el hecho del conocimiento científico, de los juicios de valor, de la
libertad, de la comunicación interpersonal y de la religión. En la antropología
filosófica el hombre es sujeto y objeto al mismo tiempo. Sus principales
representantes son Max Scheler (5), Helmuth Plessner (6) y, el contemporáneo, Peter Sloterdijk (7). En los últimos años, la antropología filosófica
ha tenido cierto predicamento entre los intelectuales latinoamericanos (8).
La antropología y las otras ciencias sociales
Es difícil distinguir entre la sociología y la antropología sociocultural
por su objeto de estudio. Ambas ciencias se preocupan por las relaciones
sociales y culturales, se diferencian más por sus métodos y sus enfoques, es
decir, por su forma de aproximarse a su objeto de estudio.
En los comienzos de ambas
ciencias los sociólogos se dedicaron predominantemente al estudio de las
sociedades del Occidente industrial. En cambio, como ya hemos comentado, los
antropólogos iniciaron sus estudios en las sociedades no industriales. Dicho de
un modo simple, realizaban estudios del mismo tipo sobre sociedades de distinto
tipo.
Esta situación dio pie al uso de
métodos de trabajo diferente. Los sociólogos prefirieron los métodos
cuantitativos como el uso de la ciencia estadística y de las encuestas. Los
antropólogos prefirieron técnicas cuantitativas como la observación
participante y la etnografía.
Sin embargo esto no podía quedar
así, es demasiado sencillo. Con el tiempo se ha producido una convergencia
entre la antropología y la sociología en el marco de una creciente comunicación
interdisciplinar y una gran expansión de la industrialización por esos mundos
de Dios. Muchos antropólogos trabajan en las sociedades industriales en las que
estudian los temas más diversos como el declive rural, la vida en la ciudad o
la imposición de patrones culturales en los medios de comunicación por poner
tres ejemplos pero son innumerables. Incluso se pueden encontrar empresas de
socioantropología que se ganan la vida bastante bien (9).
También hay puntos de conexión
entre la antropología y la economía,
la etnografía ha contribuido a desentrañar los principios que mueven la
economía en otras culturas. Por otra
parte es notable la influencia de la ciencia económica en la antropología
norteamericana, por ejemplo, en movimientos como el materialismo cultural (10).
El enfoque antropológico, con su
empeño en el estudio de las culturas en las sociedades humanas, ha tenido
influencia en el estudio de las humanidades
desde las bellas artes, hasta el modo de apreciar el arte popular y el folclore.
Pero no queda ahí la cosa, como
dice Kottak, la mayoría de los psicólogos realizan sus investigaciones en la
sociedad en la que viven, la antropología aporta datos de otras culturas a sus
análisis. Por otra parte, la antropología y la psicología social comparten su preocupación por cómo la cultura
influye en la personalidad de los individuos (11).
Y ya por último, la antropología y la historia. En las
últimas décadas los historiadores interpretan cada vez más los documentos y
relatos históricos como textos que requieren un estudio basado en su contexto
cultural específico. Por otra parte, ya hemos comentado que ambas disciplinas
tienen un interés común por el estudio de los restos materiales de las
civilizaciones mediante la arqueología.
Salidas profesionales
Si nos fijamos en la socioantropología, hay un número
creciente de campos en donde se demanda formación antropológica. Las
administraciones públicas, las empresas y las organizaciones no gubernamentales
nacionales e internacionales demandan cada vez más profesionales de la
antropología, que se dedican a ofrecer servicios en los que el método de
trabajo antropológico representa un valor añadido.
Entre estas actividades cabe
destacar en primer lugar las relaciones
interculturales y de gestión de la diversidad cultural. Como por ejemplo
las actividades de mediación, sensibilización, gestión y asesoramiento en
ámbitos con creciente presencia de población culturalmente diversa y en donde se
asiste a conflictos étnicos, raciales, sexuales o religiosos de diversa índole.
En segundo término las actividades de desarrollo territorial y
cooperación internacional como son, entre otras, el estudio de las
condiciones socioculturales que propician, contribuyen o frenan el desarrollo
humano y socioeconómico. Con especial incidencia en el conocimiento de los saberes
locales e indígenas, en los aspectos ambientales, sanitarios, socioculturales,
ideológicos o político-jurídicos fundamentales para la promoción del bienestar
de los países en desarrollo y en los procesos de desarrollo y transformación
socioeconómica.
En tercer lugar en la promoción, conservación y gestión del patrimonio
etnológico y cultural. Por ejemplo en actividades relacionadas con el
descubrimiento, conservación, gestión y difusión del patrimonio etnológico,
museos, centros de gestión del patrimonio cultural, comisariado de exposiciones,
dinamización sociocultural, el desarrollo del turismo cultural y la promoción
cultural. Todo ello a través del conocimiento local del folklore, la música y
el patrimonio etnológico.
En cuarto lugar, siempre nos queda
la docencia y la investigación, en centros de enseñanza universitaria,
bachillerato, secundaria, así como en la formación permanente de profesionales
de diversos ámbitos que trabajan con poblaciones culturalmente diversas como
maestros, policías, funcionarios penitenciarios, educadores sociales, personal
sanitario, turismo, entre otros.
Por último están surgiendo otros campos emergentes de trabajo para socioantropólogos
como el estudio de patrones culturales en medios de comunicación y de
entretenimiento, en estudios de mercado y de imagen de bienes y servicios
ofrecidos por empresas.
Respecto a la antropología física y forense las salidas profesionales más comunes están
relacionadas con la participación en equipos que trabajan en identificación humana en organismos como los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado, dentro de la Policía Científica y la Policía Judicial , o
como técnicos en las secciones de antropología e identificación humana de
diversas instituciones dependientes de la Justicia.
Epílogo
Aquí ponemos punto y final a esta
humilde presentación sobre lo que es la antropología, sus subdisciplinas, sus
relaciones con otras ciencias sociales y sus posibles salidas profesionales. En
la esperanza de que mi esfuerzo haya resultado útil, haya hecho más comprensible el mundo de la
antropología y en la esperanza también de no haber metido demasiado la pata, pues
cuando no habla dentro de su propio territorio, que en mi caso es la sociología,
anda más expuesto al error o a la confusión.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo
Notas:
- Claude Lévi-Strauss (Bruselas, 28 de noviembre de 1908-París, 31 de octubre de 2009) fue un antropólogo y etnólogo francés, una de las grandes figuras de su disciplina en la segunda mitad del siglo XX. Al introducir el enfoque estructuralista en las ciencias sociales, fue de hecho el fundador de la antropología estructural, método basado en la lingüística homónima creada por Saussure y desarrollada por el formalismo ruso. Dado el peso de su obra, dentro y fuera de la antropología, fue uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX.
- Jacques Lombard es un antropólogo francés especializado en el estudio de Madagascar y del país lobi en Burkina Faso. Sus trabajos más recientes tratan sobre el lugar de la imagen en la investigación en ciencias sociales (construcción de los hechos y escritura de la antropología) sobre todo a través del estudio comparativo de los fenómenos religiosos y sobre la aproximación de las nociones del imaginario común y del sujeto social.
- Conrad Phillip Kottak ( 6 de octubre de 1942 en Atlanta, Georgia, Estados Unidos) es un antropólogo estadounidense. Doctor en antropología por la Universidad de Columbia, ha realizado investigaciones en Brasil, Madagascar y sobre la cultura norteamericana como el fenómeno Star Trek o Halloween.
- La observación participante es un tipo de método de recolección de datos utilizado típicamente en la investigación cualitativa. Es una metodología ampliamente utilizada en muchas disciplinas, particularmente la antropología y la etnología, aunque también en sociología, estudios de comunicación, geografía humana y psicología social. Su objetivo es familiarizarse estrechamente con un determinado grupo de individuos (como un grupo religioso, ocupacional, sub-cultural o una comunidad en particular) y sus prácticas a través de una participación intensa con las personas en su entorno cultural, generalmente a lo largo de un periodo de tiempo extendido. El método se originó en el trabajo de campo de antropólogos sociales, especialmente Bronisław Malinowski en Gran Bretaña, Franz Boas en los Estados Unidos y la investigación urbana posterior de la Escuela de Sociología de Chicago.
- Max Scheler (22 de agosto de 1874, Múnich – 19 de mayo de 1928, Fráncfort del Meno) fue un filósofo alemán, de gran importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la antropología filosófica, además de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión. Fue uno de los primeros en señalar el peligro que implicaba para Alemania el advenimiento del nazismo. Hijo de padre luterano y de madre judía, se convirtió inicialmente al catolicismo, del que más adelante se distanció.
- Helmuth Plessner (4 de septiembre de 1892, Wiesbaden - 12 de junio de 1985, Gotinga) fue un filósofo y sociólogo alemán, y uno de los impulsores de la "Antropología filosófica". De hecho se le considera uno de sus fundadores. Desde 1953 hasta 1959, fue director de la Deutsche Gesellschaft für Soziologie. Y hoy en día es conocido por la denominación que hizo sobre la excentricidad del hombre en el mundo, una teoría según la cual el ser humano es el único animal capaz de trascender a su propio cuerpo.
- Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 26 de junio de 1947) es un filósofo y catedrático alemán de la Escuela de Arte y Diseño de Karlsruhe. Los intereses de Sloterdijk son tan amplios y variados, que superan a muchos de los de sus colegas: la música, el psicoanálisis, la poesía (sobre todo la francesa), la obra de ciertos autores olvidados como Gabriel Tarde, Gaston Bachelard o poco conocidos como Thomas Macho; el arte contemporáneo, la antropología, y un largo etcétera. También se ha preocupado por asuntos políticos, que ha desarrollado tanto en obras de hace tiempo (En el mismo barco) como más recientes (Si Europa despierta), en donde se muestra partidario de una Europa sólida y no sometida a las derivas de las potencias exteriores. Frente al academicismo de otros pensadores, su apuesta por los medios de comunicación, que estudia hace tiempo y sobre los que escribe también, le ha supuesto numerosas críticas. También se distingue del resto por su escritura muy estilizada, literaria incluso, que debe algunos rasgos al impulso de Ernst Bloch o a ciertos franceses virtuosos como Gilles Deleuze, pero adoptando su propia terminología y creación de neologismos arriesgados.
- El filósofo cubano-norteamericano Jorge J. E. Gracia destaca en este campo de la antropología filosófica latinoamericana al filósofo y político cubano Enrique José Varona y el célebre filósofo argentino José Ingenieros.
- No me resisto citar entre las empresas que se dedican al campo de la socioantropología a la empresa valenciana EixamEstudis buenos colegas, cuyos lunes sociológicos echamos mucho de menos. Su blog es muy recomendable.
- El materialismo cultural es un enfoque de investigación científico en antropología y sociología, que da prioridad a las condiciones materiales en la explicación sobre las causas de las diferencias y similitudes socioculturales. Propone tres divisiones para los componentes de las culturas: infraestructura, estructura y superestructura. La infraestructura corresponde a las prácticas de producción y reproducción y tendría prioridad causal sobre los otros dos sectores por estar más relacionada con la supervivencia y bienestar humanos. La estructura se compone de las características organizativas como las relaciones de parentesco y la política económica. La superestructura se compone de los sectores ideológicos y simbólicos como la religión
- Apartándose de las nociones de causalidad y evolución del siglo XIX, muchos antropólogos, influenciados por los escritos de Sigmund Freud, intentaron interpretar las culturas en términos psicológicos. Los escritos de Freud y el antievolucionismo de Boas prepararon todo para el desarrollo del enfoque conocido como cultura y personalidad. Dos de las más famosas discípulas de Boas, Ruth Benedict y Margaret Mead, fueron pioneras en el desarrollo de las teorías de cultura y personalidad. Estas teorías, en general, pueden ser descritas como formas psicológicas del funcionalismo que relacionan las creencias y prácticas culturales con la personalidad individual y la personalidad individual con las creencias y prácticas culturales. Muchos partidarios del enfoque de cultura y personalidad hacen hincapié en la importancia de las experiencias de la primera infancia, como el aprendizaje de la higiene, la lactancia materna y la educación sexual, en la formación de un tipo básico o moral de personalidad adulta o carácter nacional. Algunas teorías de cultura y personalidad intentan explicar las diferencias y similitudes culturales como consecuencia de la personalidad básica o moral. En general, sin embargo, los partidarios de cultura y personalidad no tratan el problema de por qué las creencias y prácticas que moldean tipos particulares de personalidad o caracteres nacionales tienen lugar en algunas culturas pero no en otras.
Bibliografía:
Antropología, una explicación de la diversidad humana,
Conrad Phillip Kottak,
McGraw-Hill,
Madrid 1999
Introducción a la Etnología
Jacques Lombard
Alianza Universidad
Madrid 1997
Medio siglo de antropología filosófica en la América Latina
Jorge J. E. Gracia
Cuyo Anuario de filosofía argentina y americana. Vol 9. Primera época.
Pp. 55-77
Buenos Aires 1973
¿Qué es la antropología?
M. Augé y J. Colleyn
Ed. Paidós Ibérica
Barcelona 2005