Instituto Complutense de Ciencia de la Administración
ilustración de Pernan Goñi sobre un discurso de Saskia Sassen acerca de la ciudad |
Introducción
El pasado 25 de octubre tuve la
oportunidad de asistir a la conferencia magistral que, con ocasión de su
nombramiento como Académica Correspondiente, pronunció la profesora Sassen en
la Real Academia de Ingeniería en la ciudad de Madrid.
El título de la conferencia,
traducido del inglés, sería más o menos, “Como pueden la tecnologías digitales
empoderar a los trabajadores de salarios bajos y sus barrios pobres” ("How
can Digital Tech enable low wage workers and their poor neighbourhoods").
No pretendo realizar una
trascripción del discurso, sino que este artículo es una interpretación
personal de lo que dijo, a partir de su charla y de las transparencias de PowerPoint
que amablemente nos dejó y que no llegó explicar completamente por falta de
tiempo. Así que he podido equivocarme de cabo a rabo y, es muy posible, que la
profesora Sassen me corrigiera si llegara a leer estas líneas. Por cierto,
sería muy de agradecer, tanto la lectura como la corrección.
Antes de entrar en materia os
contaré que el acto se desarrolló con la solemnidad de las grandes ocasiones,
ella misma dijo que a los holandeses se les da muy mal el protocolo, aunque
premios – entre ellos el Príncipe de Asturias de las ciencias sociales - y
doctorados honoris causa no le faltan. Al final creo que esperaba una copa de
vino español pero la Academia es muy sobria, terminó el acto y nos fuimos
todos. Mis amigos y yo sustituimos el vino por una caña de cerveza en un bar
próximo, supongo que, de haber venido con nosotros se lo habría pasado muy bien,
pues si hay algo que se nos da bien a los españoles – y a los madrileños en
particular – es disfrutar socialmente en la barra de una buena taberna.
El acto empezó con la lectura de
la resolución por la que se la nombraba académica, seguida por una presentación
(laudatio) realizada por la académica Josefina Gómez. La señora Gómez
hizo una semblanza de la vida y la obra de la profesora que le quedó
francamente bien. Cualquiera que no conociera a la Sra. Sassen previamente
podría llevarse una idea muy certera gracias a esta introducción que, por ende,
tuvo la virtud de ser corta.
La digitalización social vista como una variable
A continuación tomó la palabra la
profesora Sassen que empezó diciéndonos que lleva más de quince años
investigando las conexiones sociales de la digitalización y que, cuando
reflexiona sobre este asunto, le parece que hay ausencias y presencias.
Ausencias no justificadas, dominios en los que lo digital todavía no ha entrado
como en los barrios pobres y las clases trabajadoras que los habitan, se
pregunta cómo podrían beneficiarse estos sectores de lo digital. Por otro lado,
hay presencias significativas como la de las clases medias – grandes
consumidores de estas tecnologías – y los sectores científicos y técnicos que
manejan las tecnologías experimentando enormes mejoras en su trabajo.
La
profesora Sassen, por tanto, ha dirigido sus investigaciones al estudio de la
digitalización de la sociedad, especialmente en el entorno urbano y en los
sectores menos favorecidos, sin olvidar la perspectiva global que siempre está
presente en sus análisis. Contempla a la digitalización como una variable
con diversos significados que designa como derivativos, transformativos (tranformatives)
y constitutivos.
La digitalización de la sociedad
contiene un aspecto derivativo en el sentido de que comparte un sustrato
común, una raíz común que se manifiesta en tres elementos entrelazados. En
primer lugar, hay una fuerte imbricación entre las tecnologías de la
información y las comunicaciones (TIC) y los contextos sociales en los que
éstas se utilizan. Ya no se sabe a ciencia cierta dónde empieza el mundo
virtual creado por las TIC y el mundo real. Este punto lo aclara mucho, la
imbricación no produce un híbrido, cada una de las partes imbricadas mantiene
su identidad, no se disuelven la una en la otra.
En segundo elemento que señala
Sassen son las que denomina culturas mediadoras que surgen entre las TIC
y sus usuarios, son culturas de uso conformadas por la competencia técnica de
los usuarios, sus necesidades de información y el diseño de interfaces de los
ingenieros, entre otras características.
Por último, existen unas escalas
en el uso que se proyectan en muchos formatos diferentes. Por ejemplo,
entre los poderosos, podemos observar un nuevo tipo de riesgo en el mercado financiero derivado de los efectos de
las redes de comunicaciones, de los procesos automáticos que toman decisiones,
de los distintos tipos de retroalimentación de los sistemas o de los efectos de
la expansión rápida de la información. Entre los menos favorecidos
económicamente también se produce a través de la repetición de los
procedimientos (recurrence) por parte de miles de usuarios. En el primer
caso estamos hablando de procesos automáticos que actúan recurrentemente, en el
segundo los procedimientos se activan por las órdenes recurrentes de muchos
usuarios.
Estos entornos de uso tan denso
en los que trabajan los usuarios tienen una influencia modeladora y, dada la
fuerte imbricación entre los mundos virtual y real, afecta tanto a las TIC como
a la forma en que las personas las usan.
Sassen nos habló de una
experiencia social que se produjo en Oriente Medio cuando se observó las formas
de uso de las TIC en las escuelas coránicas y en sectores de la clase media
alta en sus escuelas de secundaria. El aprovechamiento y el uso de las TIC fue
muy superior en el ambiente tradicional de las escuelas coránicas que en el
ambiente más selecto de las escuelas laicas, probablemente derivado de
acceso más fácil a estas tecnologías por parte de las clases medias altas en su
propio hogar o, mediante dispositivos móviles, en cualquier momento y en
cualquier sitio, lo que obliga a los estudiantes coránicos ha realizar un
aprovechamiento más racional de sus recursos. En cierto modo las clases medias
son consumidoras digitales, esperan a tener servicios electrónicos adecuados
para ellos, y las clases trabajadoras son protagonistas, moldean los servicios.
Luego la complejidad social altera los resultados y beneficios del uso. En este
sentido hizo también hizo una comparación entre una red comercial y una
biblioteca pública, ambos casos
comparten el mismo “cable” pero tienen diferente uso y diferentes formas de
dependencia.
Las formaciones socio-digitales
Y todo esto nos lleva al concepto
que pareció más novedoso e interesante de toda la conferencia de la profesora
Sassen: las formaciones socio-digitales. Voy a explicar lo que entendí.
Esa diferencia en las necesidades y uso de las TIC entre distintos grupos
sociales generan distintas culturas de uso lo que da lugar a distintos grupos
usuarios con diferente comportamiento y esperanzas sobre lo que la red les
puede ofrecer. No todas las redes digitales tienen asociadas formaciones
socio-digitales, si contemplas una red sólo desde la perspectiva de la
comunicación de datos no las vas a encontrar, tienes que ampliar al ámbito
social, de hecho, Sassen las define como estructuras electrónicas que reflejan
capacidades técnicas y lógicas sociales endógenas interiorizadas en los grupos,
entiendo yo, que mediante el uso continuado de las mismas. Todas las
tecnologías son fotos, son instantáneas de una sociedad dentro de un espacio y
tiempo concreto que nos muestran sus capacidades y condiciones distintivas.
Tal y como lo veo yo, puedo estar
equivocado, con el concepto de formaciones socio-digitales, la profesora Sassen
se acerca al concepto de estratificación social digital. Las formaciones
socio-digitales no son clases sociales pero la clase social influye en cierto
grado en su constitución, luego si contemplamos a la sociedad desde esta nueva
variable propuesta por Sassen, su estratificación puede estar representada por
estas formaciones. No sé si el concepto será útil desde este punto de vista, si
ya es difícil el estudio de las clases sociales, qué tan difícil puede llegar a
ser el análisis de las formaciones socio-digitales en un entorno tan
rápidamente cambiante.
Ecologías de significados
Respecto a los aspectos
transformativos y constitutivos de la digitalización la profesora Sassen
profundiza en los ejemplos anteriores: los mercados financieros y, en el otro
extremo, las organizaciones pobres en recursos.
Los aspectos claves de los mercados
financieros actuales son muy diferentes a los de fases históricas
anteriores, es decir, gracias a las TIC el mundo de las finanzas se ha
transformado, como gusta decir a los angloparlantes, dramáticamente. Entre estos aspectos de esta transformación
Sassen cita los órdenes de magnitud, la centralización de las transacciones, el
nivel de complejidad de los instrumentos financieros y la velocidad de las comunicaciones.
En el otro extremo, las organizaciones
pobres en recursos, pueden llegar a ser parte de la política global de una
forma que está protagonizada, sobre todo, por las grandes ciudades. Es lo que
denomina globalidad no cosmopolita. Entiendo yo que éste es un
fenómeno nuevo que alude directamente al carácter constitutivo de la
digitalización.
La profesora Sassen nos anunció
que sus últimas investigaciones en la Universidad de Columbia van dirigidas a
este aspecto concreto, al parecer, dirige un programa de investigación en los
barrios menos favorecidos de Nueva York.
Todos estos procesos producen una
constelación de significados que denomina ecologías amplias de significados.
Que están formados por una relación dialéctica, es decir de mutua
influencia, entre las tecnologías interactivas y la lógica de los usuarios. La
lógica de los ingenieros puede diferenciarse significativamente de la lógica de
los usuarios, pero se da una necesidad de mutua comprensión, en la que la una
moldea a la otra y viceversa constituyendo ecologías complejas. Esta relación
en las grandes ciudades es mucho más compleja, “extrema” diría la profesora
Sassen y, para ella, constituyen un “todo”, que denomina, “todo multisitios”.
El conocimiento multisitios socaba la inmovilidad de los poderes locales y
los fuerza a adaptarse.
La formación de esta constelación
significados que forma un todo, se
favorece gracias a las grandes velocidades de las TIC que hace posible una
distribución informal de toda clase de conocimiento. Las grandes velocidades de
la digitalización favorecen también la distribución del conocimiento en
múltiples trayectorias diferentes. Los tipos de conocimiento emergentes son
originalmente informales pero pueden eventualmente llegar a ser formales. Esto
es válido tanto para el mundo de las finanzas como para las organizaciones de
la sociedad civil que, al final, sufren un cierto proceso de burocratización
y formalización.
Ciudades inteligentes
Habló también de las ciudades
inteligentes (Smart cities). Nos dijo que el espacio urbano
ha sobrevivido hasta ahora a múltiples regímenes políticos y económicos a
través de los siglos y lo atribuye a dos motivos: son sistemas complejos e
incompletos, siempre están por terminar (los madrileños cínicos suelen
comentar que el día que se termine Madrid va a quedar muy bonita).
Las ciudades inteligentes, en
cuanto sistemas rígidos, tienen un alto riesgo de obsolescencia técnica. Al
principio los sistemas “están al día”, pero conforme pasa el tiempo quedan
desactualizados, se produce la “muerte” de los mismos y eso lleva a la muerte
de la ciudad.
El motivo no es otro que la
ciudad actúa como un poderoso hacker, un espacio físicamente reducido en
el que trabajan millones de usuarios con intereses personales distintos, un
espacio capaz de contribuir al bien común incluso si los individuos implicados
son egoístas y desagradables (selfish
and nasty). El resultado final es que la ciudad altera los diseños
originales de los sistemas y los ajusta a los usuarios urbanos. Por lo tanto
los diseños rígidos no aguantan esta necesidad de cambio.
Los problemas de los trabajadores y de los barrios pobres
Por último, la profesora Sassen
planteó dos problemas relacionados con el futuro de los trabajadores de
ingresos bajos y las nuevas tecnologías. En primer lugar, cómo la
digitalización puede mejorar la vida laboral de los trabajadores de
bajos ingresos abordando las necesidades específicas de estos trabajadores en
su área de trabajo y en sus vecindarios.
Creo que la Sra. Sassen entiende
que existe un desequilibrio en el acceso a las tecnologías por parte de los trabajadores. El aspecto
clave que le preocupa es que esta infrautilización digital construye una
diferenciación radical entre el espacio de trabajo y el espacio vital (es
decir, el vecindario) para los trabajadores de bajos salarios. Esto es
coercitivo, aumenta las dificultades en su vida diaria en el trabajo y fuera
del trabajo y crea una creciente distancia cultural con las clases más
acomodadas. En este sentido debe haber más innovaciones que satisfagan las
necesidades y limitaciones de los trabajadores con bajos salarios en los accesos
a las tecnologías.
En segundo lugar, la
profesora Sassen advierte una complicación emergente que afecta cada vez más a
todos los trabajadores. Se trata de la implantación de sistemas automáticos en
los puestos de trabajo que realizan una parte cada vez mayor de la tarea de los
operarios. Dichos sistemas pueden generar ambigüedad sobre la
responsabilidad cuando algo va mal, en la medida en que el trabajador
todavía tiene un papel en su despliegue.
Y esto ocurre tanto en el caso de
los trabajadores de las fábricas y de las empresas de distribución, sector con
un gran aumento en el uso de herramientas y máquinas robóticas en los últimos
años, como en el caso de los trabajadores de alto nivel que también se
enfrentan a este problema, dado el fuerte aumento en el uso de transacciones
automatizadas de operaciones de alto valor. Éstas también que generan una
ambigüedad similar con respecto a la responsabilidad por un error.
Si algo sale mal, dado que todavía
no están claras las responsabilidades legales - la legislación siempre va por
detrás del mundo real – los trabajadores pueden verse ante demandas y en una
situación indefensión por no poder contratar los servicios de abogados
especializados, sobre todo en el caso de los obreros de bajos salarios.
Epílogo
Llegados a este punto y, aunque
la presentación tenía más diapositivas, la profesora tuvo que terminar su
discurso por falta de tiempo. Todavía dio para un turno de preguntas, algo que
no es habitual en este tipo de actos y se terminó formalmente la sesión.
Yo mismo le hice una pregunta y mantuve una conversación con la profesora. Después del acto pude saludarla. Fue todo un placer, no sólo por su
amabilidad, sino porque no todos los días se tiene la oportunidad de escuchar a
“uno de los grandes” de la sociología actual sobre uno de los asuntos que, en
mi condición de sociólogo e informático, me interesa especialmente.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e informático
Miembro del Instituto Complutense de Ciencia dela AdministraciónVídeo de la sesión: