Una vez, ya hace unos años, fui a una
conferencia en la que el orador, un pintor joven que publicaba un libro, decía – como tesis
principal – “pintar es como telefonear, uno llama y espera que haya alguien al
otro lado”.
Me he acordado de esta frase, para mi genial,
cuando me he preguntado por qué publicaba mis artículos en este blog.
Internet, en este sentido, es igual que
pintar o telefonear, uno intenta comunicar y espera que haya alguien al otro
lado que reciba la comunicación, que la entienda, que le sirva para algo y, si
además, comparte parte de tus ideas pues mucho mejor.
Y tiene otra ventaja añadida, no hay que
pasar por comités editoriales, censuras, gastos de publicación. Sólo el lector,
con su capacidad de elegir, y el comunicador, con su necesidad de comunicar.
Puede que pierdas en perspectiva y en rigor, pero sin duda ganas en libertad. Es muy posible que, el universo de Sociología
Divertida, sea el único sitio en el que me siento realmente libre.
No tengo ninguna otra pretensión, ni
dineraria, ni la de crear escuela, ni la de hacerme un nombre como sociólogo –
pues tengo otra carrera profesional de la que vivo -, tan solo satisfacer esta
necesidad mía de comunicar mi forma de pensar a la manera de los antiguos
griegos, en pequeños corros, aunque sean virtuales.
Por eso, cuando veo alguna referencia a mis
ideas, cuando alguien me cita en alguna ocasión, cuando cualquier lector de cualquier parte del mundo me agradece tomarme este trabajo o, finalmente, cuando se publica alguno de mis artículos, me siento
recompensado. Para mí es suficiente.
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo e Informático
enero 2020
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