¿Quién soy yo?
Nací en Madrid una veraniega tarde invernal
de febrero, cuando la década maravillosa apenas había comenzado. En el seno de
una familia trabajadora venida a más, surgida de una familia de clase media a
la que la guerra civil hizo venir a menos.
Tuve una infancia cosmopolita y feliz, una
juventud desgraciada de la que me rescató una mujer maravillosa y, a partir de
entonces, no me habréis oído ninguna queja al Cielo salvo el aciago día en el
que se me murió el capitán Haddock.
Tengo dos hijos mejores que yo, lo que indica
que lo de ser padre no se me ha dado nada mal.
El no ser rico ni poderoso me ha permitido
hacer buenos amigos, oro puro, pues tengo la seguridad de que no han venido a
mí ni por mi fortuna ni por mi poder.
Tengo, a mi pesar, un alma inocente, que aderezo con unas gotas de ironía. Padezco o disfruto, no lo sé, de una mala salud de hierro.
Tengo, a mi pesar, un alma inocente, que aderezo con unas gotas de ironía. Padezco o disfruto, no lo sé, de una mala salud de hierro.
Soy fanático de mi familia, del Real Madrid, del Estado del Bienestar, de la Alicia de Lewis Carroll, de Tintín, de Star Trek y de El Principito. ¡Ah!, y cuanto más viejo me hago, más me gusta Epicuro.
Y parafraseando al trovador...
"Soy feliz,
soy un hombre feliz (razonablemente)
y, en este día,
quiero que me perdonen
los muertos de mi felicidad"
Y parafraseando al trovador...
"Soy feliz,
soy un hombre feliz (razonablemente)
y, en este día,
quiero que me perdonen
los muertos de mi felicidad"
¿Qué estudié?
De joven estudié informática en la
Universidad Politécnica de Madrid, en la actual Escuela Técnica Superior deIngenieros de Sistemas Informáticos, porque era una ciencia naciente y era como
subirse en una ola, como hacer surf sobre las cosas que entonces me gustaban
más: la tecnología, la ciencia y la lógica.
Pero siempre tuve inquietudes humanistas que fueron
creciendo con la edad y ya en la madurez estudié Ciencias Políticas y
Sociología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Fue el
descubrimiento de un mundo nuevo fascinante.
Así que de la informática he podido vivir
hasta ahora decentemente y con la sociología he podido tener un punto de vista
decente de la vida.
¿A qué me dedico?
Pues soy, a mucha honra, un honrado
funcionario. Un funcionario del Estado, del Reino de España, aunque mi
corazoncito es republicano, lo cual no es óbice para que me tome mi función en
serio. Lo más importante es vivir en democracia. Mientras pueda decir o escribir lo que pienso, podré respirar.
Ya viví en una dictadura y no quiero repetir la experiencia.
Tengo el enorme privilegio de trabajar en un
museo, un lugar en el que, si tienes un traspiés o un mal día, siempre puedes
pasear entre picassos, dalíes y juan-grises con una paradita obligatoria en el
Guernica. Ese museo maravilloso es el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Colaboro con el Instituto Complutense de Ciencia de la Administración, supongo que me hicieron el honor de invitarme porque sé más por viejo que por nivel en el escalafón.
Como prueba de mi inconsciencia, hablo de filosofía, sobre todo de filosofía social, en el podcast "La Filosofía no Sirve para Nada".
Dedico parte mi tiempo libre a divulgar las
ciencias sociales, como plataforma para explicar por qué las cosas son como
son, para responder a preguntas comunes que se hace cualquier persona a poco
que piense, para aumentar el espíritu crítico y que cada uno pueda formarse sus
opiniones partiendo del conocimiento.
El resto del tiempo lo dedico a Netflix, Prime Video, HBO y a domir... a dormir como un bendito.
Juan Carlos
Barajas Martínez
Sociólogo e informático
Enero 2020
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