El pasado día 8 de mayo tuvo lugar el acto de presentación del libro "El Redescubrimiento de la Administración Pública. Creando Imágenes desde la Universidad", acto al que fui invitado por el director del libro Jorge Crespo González, profesor de Ciencia de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Politécnica.
En el acto intervienieron, aparte del profesor Crespo y de mi mismo, el catedrático emérito de Ciencia Política y de la Administración y ex magistrado del Tribunal Supremo, Mariano Baena; el Director General del Instituto Nacional de Adminsitración Pública, Manuel Arenilla y la directora del Instituto Complutense de Ciencia de la Administración, Profesora Gema Pastor.
El texto que viene a continuación es el discurso que escribí para esta presentación que me animo a publicar, en esta modesta tribuna de Sociología Divertida, en la esperanza de que sirva para una mayor difusión del libro.
Querría
agradecer al profesor Crespo la oportunidad que me brinda de contribuir a la presentación
del libro “Redescubrimiento de la Administración Pública. Creando imágenes
desde la Universidad” en compañía de personas tan ilustres del mundo de la Administración, de la Universidad, de la Ciencia Política, y del Derecho.
Y no es
fácil presentar este libro pues es una obra coral, tiene múltiples autores –
toda una clase de estudiantes de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociología de la Universidad Complutense - y con tantos autores, no sabes a
quién nombrar, a qué trabajo citar, no sabes si te pasas o no llegas. Quizás
sea más sencillo el análisis de las intenciones que hay detrás de la obra.
Yo creo que tiene dos objetivos básicos.
El primer
objetivo es el desarrollo de un experimento pedagógico. En mis conversaciones
con el profesor Crespo me he podido dar cuenta de que se trata de un profesor a
la búsqueda de la mejor manera de enseñar. No voy a criticar a los que me
dieron a mí la asignatura de Ciencia de la Administración, creo en la libertad
de cátedra faltaría más, pero tengo que
decir que me hubiera gustado que hubiera sido mi profesor. Alguien que intenta
enseñar a – según sus propias palabras – “saber, saber hacer y saber ser”.
¿Alguien
puede pedir más?.
Y lo hace
buscando la creatividad del alumno. Puedo contar con los dedos de una mano los
profesores que, a lo largo de mis largos estudios en la universidad, fomentaran
mi creatividad.
¿Y cuál es
la técnica del Profesor Crespo?, pues aparte de las actividades en clase
siempre con el horizonte de la innovación en el método y la autonomía del
estudiante, mediante un ejercicio final personal y creativo sobre dos preguntas
de libre elección “La administración del poder el poder de la administración” y
“Contenidos que debe conocer de la Administración Pública un ciudadano
responsable e informado”. Y ésta es precisamente la base del libro, las
respuestas de los alumnos a la pregunta, sin retoques, tan sólo su
transcripción a Word para configurar este libro.
Y a este
reto, sus alumnos responden con una imaginación y creatividad sorprendente. De
manera que nos encontramos con un folleto para explicar el funcionamiento de la
Administración Pública, un manual de la correctocracia, guías y decálogos para
el buen ciudadano, diálogos – uno platónico o uno encantador de un padre y su
hija -, cuentos, fábulas, distopías apocalípticas en un mundo sin
administraciones, programas de enseñanza,
juegos infantiles, baladas, programas de radio y TV, una carta de amor o
una carta a Mariano José de Larra.
Sé que es
faltar a la justicia no nombrar a todos los autores, pero por desgracia no hay
ni espacio ni tiempo para citarlos a todos. Sí quiero al menos destacar tres
ejercicios. El “decálogo de la administración para el buen ciudadano” de Diego
Mourelle que ofrece una guía de diez puntos esenciales para crear una buena
conciencia ciudadana. “El Buro-bar”, de Paula Pascual y Elena Lucas, fábula
sobre un bar en el que alternan los grandes autores que han hecho análisis de la
Administración y que contiene la metáfora más divertida que he leído acerca del
ritualismo burocrático (1) cuando el camarero le niega a Bonnin (2) un café sólo porque
siempre toma café con leche. Y un auténtico programa de estudios de educación secundaria
para que los jóvenes adquieran un mejor entendimiento del funcionamiento de la Adminsitración
Pública, de David Latona.
El segundo
objetivo de esta obra es que se trata de una reivindicación de la Administración
Pública ante la desafección de la sociedad española a lo público, edificada
sobre la desinformación ciudadana acerca del verdadero sentido de la misma.
Aunque la
crisis económica ha mejorado ciertas imágenes de la administración, esas
imágenes siguen apareciendo desdibujadas. Al menos para la mayoría de los
ciudadanos – un 70% según el estudio anual que realiza la AEVAL - la administración aparece como algo importante
o muy importante y el porcentaje viene creciendo moderadamente en los últimos
años. Pero, a pesar de que se considere importante no se sabe muy bien cómo
definirla, se sigue detectando la
confusión sobre qué es Administración Pública y qué es el Gobierno, hay
confusión entre las distintas funciones de los distintos niveles de la
administración (local, autonómica y estatal) y se la considera, a veces hay que
admitir que con razón, como algo externo, coercitivo o incomprensible, situación
en la que el lenguaje administrativo –usualmente complejo - no ayuda
precisamente.
Pero a la
hora de mejorarla no hay compromiso, como a la Administración Pública se la
considera como algo ajeno, eso es cosa de otros. Una de las mejores maneras de
medir el buen funcionamiento de las administraciones es mediante el análisis de
las quejas y sugerencias de los ciudadanos. Pero Incluso, ante un mal
funcionamiento de la administración, el ciudadano no se queja. El 80% de la
ciudadanía admite no haberse quejado nunca por considerarlo muy burocrático o
muy complicado o que no sirve para nada. Yo atesoro la experiencia, cuando trabajé en Protección Consular, de haber suministrado a un ciudadano
las hojas para la queja e incluso haberme ofrecido para rellenar los
formularios y la persona haber rechazado mi ofrecimiento en la sospecha de que
de alguna manera se lo haríamos pagar resolviendo en contra o dilatando el
procedimiento, lo que era completamente infundado.
Y en
relación con este ejemplo de falta de confianza hacia mí como funcionario, está
el problema de la imagen social del funcionariado. El último barómetro del CIS
que preguntó por la imagen del funcionario fue el de noviembre de 2012, un nada
desdeñable 40% de los encuestados manifestó tener poca o ninguna confianza en
los funcionarios, aunque hay que señalar también que se había mejorado en un 1%
desde el barómetro de 2010. Un estudio reciente de la Xunta de Galicia puso
de manifiesto que, en opinión de los encuestados, los funcionarios eran menos
trabajadores, puntuales, competentes, comprensivos, imparciales, responsables y
honrados; y más arrogantes, autoritarios y lentos que los empleados del sector
privado.
Ante este
panorama, especialmente sombrío en España,
el profesor Crespo apuesta por un redescubrimiento de la Administración
Pública, tarea nada fácil que pasa por atacar la raíz del problema: la
deficiente cultura de nuestra sociedad sobre lo público y sus servidores.
Propone el desarrollo de una estrategia de formación de los ciudadanos en
aspectos básicos de la Administración Pública, sin adoctrinamientos pero
invitando al descubrimiento del sentido de lo público en un mundo que parece
adorar el becerro de oro de lo privado. En este contexto se sitúa la iniciativa
– modesta según él, yo la tengo por muy meritoria - del libro que presentamos hoy, creando imágenes
desde la universidad para el redescubrimiento ciudadano de sus – subrayo “sus”
– administraciones.
El profesor
Crespo sabe que hay mucho por hacer, sabe que si es capaz de sembrar la semilla
en los futuros científicos sociales se navegará en la dirección correcta, pero
que no será suficiente, serán necesarias muchas aportaciones más, a mi me ha
reclutado para la causa y desde esa modesta tribuna que yo mismo me he
construido – Sociología Divertida – me tendrá a su lado en la tarea de difundir
la necesidad de tener una administración eficiente que el ciudadano considere
parte su entorno social y no un ente externo inevitable al que hay que evitar
en lo posible.
Hace unas
semanas en una entrevista en televisión el ministro de finanzas griego, el sr.
Varoufakis, nos recordó la etimología de la palabra “idiota” – “idiótes” en
griego clásico - que dista mucho del
sentido moderno de tonto o de disminuido en la facultades mentales. En la polis
un idiota era el despreocupado por los asuntos públicos porque sólo se
interesaba en lo privado, solo se preocupaba de lo suyo. Y era tanto el
prestigio de los asuntos públicos en la polis que la palabra fue adquiriendo el
sentido actual.
Así que
somos idiotas cuando no nos preocupamos por el funcionamiento de las
administraciones, cuando nos abstenemos, cuando no participamos en los asuntos
públicos, cuando hacemos dejación de nuestras responsabilidades, cuando dejamos
que se deterioren los servicios públicos. Y el antídoto es la educación de los
jóvenes desde la escuela primaria y la formación de los adultos por todos los
medios disponibles. Estoy de acuerdo con el disgnóstico del profesor Crespo,
hay solución. Porque puede que seamos un poco idiotas – siempre según la
etimología de la palabra - pero de lo que no hay ninguna duda es que no somos
una nación de tontos. Muchas gracias.
Juan Carlos
Barajas Martínez
Cartel anunciador del acto de presentación |
Notas:
- Ritualismo burocrático. Este concepto fue acuñado por el gran
sociólogo norteamericano Robert Merton. Se trataba de dar explicación a
una paradoja que surge al estudiar la burocracia. Es decir, las mismas
razones que hacen que una organización sea eficiente como la división
del trabajo, la aplicación sistemática de unas normas y procedimientos
preestablecidos, entre otras, pueden hacerla ineficiente.
El ritualismo burocrático surge cuando los burócratas transforman las reglas y procedimientos de gestión interna que, en principio no son más que medios para alcanzar los fines de la organización, en fines en sí mismos.De esta forma la normativa se convierte en la primera prioridad, descartando el servicio al cliente. Es más importante que se cumplan todos los pasos para realizar un trámite que el trámite mismo. (Ver mi artículo en la plataforma Debate 21 "Burocracia y Organizaciones Burocráticas")
-
Bonnin, Charles-Jean Baptiste (Francia, 4 de octubre de 1772 - octubre de 1846) Pensador político y social, autor progresista de la Revolución Francesa y de la primera mitad del siglo XIX, y padre fundador de la ciencia de la Administración Pública. Se desprende de la obra escrita de Bonnin una gran actividad política e intelectual. Su trabajo académico lo acredita como precursor del derecho público, del derecho constitucional y del derecho administrativo. Incluso, su Doctrina Social debe situarlo entre los iniciadores de lo que después sería conocida como la sociología.
ImportantePuedes acceder al discurso del Profesor Crespo en el acto de presentación en la Revista de Administración Digital pulsando aquí
Lista de Autores
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Profesores
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Director
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Jorge Crespo González
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Prólogo
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Mariano Baena del Alcázar
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Presentación
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César Polo Villar
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Epílogo
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Manuel Arenilla Sáez
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Alumnos
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Nociones básicas que debe saber un ciudadano
responsable e informado
|
Paula Cisternas Muhr
|
Manual para la “correctocracia”
|
Juan Carlos Pastor Gómez
|
Decálogo de la Administración para el buen
ciudadano
|
Diego Mourelle Barreiro
|
Contenidos sobre la Administración Pública que
necesariamente debe conocer un ciudadano responsable y bien informado
|
Anush Aghajanyan
|
Los tres maeses
|
Fernando Barrero Garrido
|
Lo que todo ciudadano debería conocer de la
Administración
|
Marta Calleja Escudero
|
La gran máquina tejedora de sueños
|
Jaime A. Gómez Matas
|
Perder
|
Miki Osanai
|
El buro-bar
|
Paula Pascual Figueiredo y Elena Lucas Salido
|
Los asuntos públicos, la presa de una selva
llamada Estado
|
María Ivorra Yagüe
|
¿Qué contenidos debe saber un ciudadano de “a
pie” sobre la Administración Pública..?
|
David Latona
|
Contenidos sobre la Administración Pública que
necesariamente debe conocer un ciudadano responsable y bien informado
|
Natalia Camejo Acuña
|
Contenidos sobre la Administración Pública que
necesariamente debe conocer un ciudadano responsable y bien informado
|
Rocío Estévez Domínguez
|
Contenidos sobre la Administración Pública que todo
ciudadano libre y responsable debe conocer
|
Sonia Robledo Navarro
|
Balada sobre la burocracia
|
Enrique Anarte Lazo
|
Contenidos sobre la Administración Pública que
necesariamente debe conocer un ciudadano responsable y bien informado
|
Inmaculada Almagro Saorín
|
La Administración a las 7
|
Carlos Bravo de la Orden
|
De políticos y tecnócratas: las bases teóricas de Yes Minister
|
Daniel Mora Gómez
|
Aspectos fundamentales de la Administración
Pública que cualquier ciudadano debería conocer
|
Nihal Aicha El Mquirmi
|
La administración del poder. El poder de la
Administración
|
Irma Losada Olmos
|
¿Qué es un ciudadano bien informado sobre la
Administración Pública?
|
Adrián Lasa Mediavilla
|
La Administración Pública en España: lo que Larra
no vivió
|
Guadalupe Jiménez Blasco
|
Bibliografía:
Imagen y confianza en los funcionarios: valoraciones de los ciudadanos gallegos
Belén Murillo y otros
Escuela Gallega de Administración Pública
Revista de Administración y Ciudadanía Vol 5 nº 2 2010
El Estado de las autonomías en la opinión pública
Preferencias, conocimiento y voto
Tesis Doctoral
Robert Liñeira Sánchez
Departament de Ciéncia Política i Dret Públic
Facultat de Ciéncies Politiques i Sociologia
Universitat Autonoma de Barcelona junio 2012
Barómetro del CIS de noviembre 2012
Calidad de los servicios públicos en tiempos de austeridad
(informe de percepción ciudadana 2014)
Agencia de Evaluación y Calidad
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas
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