domingo, 27 de noviembre de 2016

Teorías sobre la desigualdad




Un primer análisis
En el artículo anterior vimos qué se entendía por desigualdad social en el ámbito de las ciencias sociales, qué tipos de desigualdad hay y cómo se mide. Damos un paso más y vamos a ver, de una manera sucinta,  las explicaciones a la desigualdad que  ha dado la sociología.

Y como lo voy a hacer de manera resumida, con el fin de no aburrir en demasía al lector curioso pero no experto, no quisiera que el lector informado o docto me reprochara haberme dejado en el tintero cosas importantes; pues de ambos tipos de comentarios recibo. Ruego un poco de flexibilidad y de caridad a mis lectores pues lo que intento no es nada fácil.

En el artículo anterior quedamos en que la desigualdad era la propiedad por la cual las personas tienen acceso desigual a los recursos, los servicios y las posiciones de la estructura social que la sociedad valora. 

Y la explicación a este fenómeno ha sido abordada desde la antigüedad por una legión de filósofos pero, desde que la sociología es ciencia, han existido dos teorías o paradigmas generales, ya lo hemos visto en otros artículos, las teorías del conflicto y las teorías funcionales. Ambos planteamiento son intentos de dar explicación a la pregunta del millón: ¿cómo es posible que la mayoría de la gente obedezca las reglas sin que se produzcan constantes conflictos desintegradores entre los diferentes grupos sociales?, dicho de otra manera, ¿cómo es posible la propia existencia de la sociedad?.

Tres son los puntos de choque entre ambos grupos de teorías. En primer lugar, los funcionalistas afirman que la sociedad se mantiene unida debido fundamentalmente a la existencia de un contrato social sobre los principales valores y normas de la sociedad. Los teóricos del conflicto, en cambio, sostienen que no hay  una argamasa de valores que mantenga unida a la sociedad sino que, o bien el grupo o grupos dominantes tiene el poder de hacer cumplir las reglas, o bien hay tantos grupos de interés solapados y divididos que deben aprender a cooperar. 

En segundo lugar los teóricos funcionales tienden a considerar  a las sociedades como si fueran organismos vivos mientras que los teóricos del conflicto suelen poner el objeto de estudio en las partes y los procesos entre las partes que constituyen la sociedad.

Por último, los funcionalistas ven las sociedades como sistemas con una serie de necesidades que tienen que satisfacer para sobrevivir mientras que los teóricos del conflicto ven las sociedades como un terreno de juego, como una cancha, en la que los distintos grupos con diferentes intereses compiten por llevarse el gato al agua.

¿Cuál es la visión correcta?, ¿qué grupo de sociólogos tiene más razón?. Bueno no estoy seguro que podamos hacer preguntas de este tenor. Son modelos distintos, perspectivas diferentes del mismo objeto de estudio. Kerbo (1) da un ejemplo interesante cuando dice que es como el físico que tiene una imagen de su objeto de estudio. Puede éste tener una imagen relativista del Universo, otro físico tener una imagen cuántica  y hasta Einstein todos los físicos  tenían una visión newtoniana que coincide con nuestra experiencia vital. Estas imágenes no son correctas o incorrectas sino más o menos útiles para contestar preguntas, para aproximarse desde direcciones distintas al objeto real.

A este respecto os voy a contar mi truco. Este artificio mío deriva probablemente de mi formación previa de ingeniero informático, por lo que me encuentro cómodo tanto en el estudio de sistemas y subsistemas como en el estudio de procesos que varían con el tiempo. Por eso, si se trata de estudiar la estructura social en un momento histórico concreto yo creo que usaría más bien una aproximación funcionalista, pero si se trata de estudiar el cambio social, aplicaría los conceptos críticos de la sociología del conflicto.

Un análisis más detallado
Una vez sentado lo básico, vamos a dar una vuelta de tuerca a todo esto, vamos a seguir la estela de Lenski (2), Strasser (3) y el propio Kerbo y vamos a hacer un análisis más detallado ampliando las dimensiones de estudio. Vamos a analizar las teorías sociológicas desde dos puntos de vista o dimensiones, por un lado, desde los valores y, por otro, desde los modelos de sociedad.

Estudiando los diversos autores podemos extraer en la dimensión valorativa tres supuestos. En primer lugar, si la desigualdad es inevitable o evitable, es decir, si toda sociedad humana es desigual por definición o no. En segundo término si la escuela sociológica que se trate mantiene una visión optimista de la naturaleza humana o no. Y, por último, si la sociología debe ser una ciencia neutral y limitarse a observar, describir y explicar, o bien, debe plantearse como meta la intervención para alcanzar sociedades mejores y más justas. Estos supuestos valorativos los podemos clasificar en dos tendencias, críticos y no críticos.

De la misma manera, podemos extraer dos modelos de sociedad: un modelo basado en el conflicto y un modelo basado en el orden. Básicamente es lo que hemos visto en el apartado anterior. En primer lugar el dilema entre una sociedad que se mantiene unida mediante el conflicto y la lucha del poder o mediante el consenso en normas y valores. En segundo lugar, si el estudio se centra en las partes y procesos que se dan en el seno de la sociedad o se contempla la sociedad como un sistema y, por último, si la sociedad es un contexto para las luchas entre las divisiones o estratos sociales, o bien, el sistema social tiene unas necesidades propias que tiene satisfacer para su supervivencia.

En el cuadro siguiente se muestra todo lo que hemos expresado en los dos últimos párrafos:


La combinación de ambas variables nos da una clasificación, debida a Strasser y Kerbo, formada por cuatro casillas que contienen cuatro paradigmas: el crítico del orden, el no crítico del orden, el crítico del conflicto y el no crítico del conflicto. Y en cada uno de los paradigmas podemos agrupar las teorías específicas de la estratificación social que en mundo han sido. Esto se puede ver en el cuadro siguiente con más claridad, en el que además incluimos los autores más prominentes de cada paradigma:


 Paradigma Crítico del Orden

Lo primero que hay que señalar es que las teorías contemporáneas más importantes han ido por otros derroteros. Tenemos que ir a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX para encontrar autores que se pueden incluir en esta casilla como fueron Louis de Bonald (4) y Joseph de Maistre (5).
 
Ambos autores reaccionaron ante la Revolución Francesa y se alejaron del racionalismo de la Ilustración, reconocían los aspectos irracionales de la vida social – por ejemplo el patriarcado, los ritos, la tradición, la religión - y les asignaban un valor positivo. Con ello investigaron acerca de formas sociales que no habían preocupado a los filósofos de la ilustración más dirigidos a lo natural que a lo humano. Así, fueron los primeros que llegaron a la conclusión de que una sociedad se componía de elementos tales como los roles, posiciones, estatus, relaciones, estructuras e instituciones. Pusieron el énfasis en la familia como unidad de estudio. Hicieron una primera aproximación al estudio de la sociedad como un conjunto de partes – sistemas diríamos actualmente – interrelacionadas e interdependientes.

Ambos autores eran partidarios del Antiguo Régimen, consideraban a Dios como el arquitecto de las sociedades y , el que quisiera cambiarlas tendría que vérselas con Él. Así que críticos no sé si fueron, no voy a contradecir a autores de mucho prestigio como Strasser y Kerbo, pero desde luego de Bonald y de Maistre gentes de orden sí que fueron.

Paradigma no Crítico del Orden
Coincide en lo básico con la teoría funcional que hemos tratado al principio del artículo. Consideran que la desigualdad social es inevitable por dos razones fundamentales, en primer lugar, por la naturaleza egoísta del ser humano y, en segundo término, porque la sociedad requiere de la desigualdad para satisfacer algunas de sus necesidades básicas.

Un principio clave de este paradigma es que para el mantenimiento de la desigualdad social, por otra parte necesaria, tienen que ponerse en marcha ciertos mecanismo restrictivos que se difunden en el proceso de socialización y se justifican en un proceso continuo de legitimación que mantiene el consenso en torno a las normas y valores sociales. Como resultado de todas estas ideas, los autores de este paradigma no tienen grandes ambiciones críticas y son bastante partidarios del status quo.

Kerbo propone la teoría del sociólogo francés Emile Durkheim (6) como ejemplo para mostrar este paradigma. Toda la obra de Durkheim contiene la idea recurrente de que el orden social sólo es posible si la naturaleza humana, egoísta como sabemos, queda domada por el sistema normativo.
 
Como hemos comentado, Durkheim como la mayoría de los autores de este paradigma, era partidario de identificar a la sociedad como un organismo vivo compuesto de partes orgánicas cada una con sus funciones asignadas necesarias para que la sociedad pueda existir. Por tanto, veía este sistema social como un todo, como un conjunto interrelacionado de sistemas, lo que dejaba muy poco sitio para teorizar sobre las divisiones sociales e intereses opuestos entre los grupos sociales. Por ejemplo consideraba a las clases sociales como una patología del organismo social.

El Estado sería en este contexto el mecanismo coordinador del organismo social, el conjunto de instituciones social que meterían en cintura a las personas regulando el conflicto egoísta en nombre del bien común.

Paradigma Crítico del Conflicto
Los autores pertenecientes a esta corriente piensan que el conflicto y el poder son las claves del orden social. Las elites coaccionan o manipulan a las clases subordinadas gracias a su influencia en las instituciones básicas de la sociedad.

Al contrario de lo que piensan los autores encuadrados en los paradigmas anteriores la naturaleza humana no es egoísta sino altruista, cooperativa y flexible. Creen que una sociedad más igualitaria y justa es posible.

Por otra parte, para ellos no cabe una ciencia social neutral, de laboratorio. La labor de la sociología deber ser comprender la sociedad actual para promover el cambio social hacia formas mejores.

Podemos encontrar ideas sobre el conflicto en Saint-Simon pero las ideas básicas sobre la lucha entre las clases y las explotación del hombre por el hombre maduraron en los escritos de Carlos Marx (7). Marx y el marxismo han representado la máxima figura en la sociología crítica.

La perspectiva crítica del conflicto es dinámica, se caracteriza por el cambio. El orden social existe porque existe una clase dominante que resulta favorecida por una fase específica del desarrollo económico. Esta fase es estable durante un tiempo pero acaba por desestabilizarse.

Para Marx la principal fuente de esas contradicciones presentes en los modelos de sociedad queda al descubierto cuando se producen cambios económicos. En cualquier sociedad estable existe un equilibrio entre la estructura económica, las relaciones sociales y el sistema económico. Al modificarse las fuerzas productivas, el equilibrio se desmanda, las contradicciones se intensifican conduciendo a choques abiertos entre las clases y, finalmente, a la revolución. Esto ha pasado en la historia varias veces en la historia y pasará hasta que se alcance una sociedad igualitaria que, en el marxismo, era el comunismo (8).

Paradigma no Crítico del Conflicto
Los autores que se encuadran en este paradigma no son críticos porque comparten las ideas acerca de la desconfianza en el ser humano y  de la inevitabilidad de la desigualdad que manifestaba Durkheim entre otros.

Asimismo piensan que la sociología, para ser ciencia, debe estar libre de valores. Se debe explicar e interpretar la sociedad como si se estudiara un fenómeno físico o la conducta animal, de manera completamente objetiva.

Y se trata de un paradigma del conflicto porque existen unas relaciones de dominación permanentes. La idea principal de este grupo de autores es que, cuando un grupo social es capaz de alcanzar una posición dominante tenderá a usar esa posición para satisfacer sus intereses egoístas. En el conflicto entre grupos, una clase dominante puede ser sustituida por otra, pero sin llegar a constituir una sociedad realmente igualitaria.

El principal exponente de esta corriente es Max Weber (9). Se suele decir que Weber construyó en parte su teoría sociológica en oposición a la teoría marxista pero, en opinión de importantes autores como Ritzer (10) y Kerbo, esto no es del todo cierto.  Weber trabajó dentro de la teoría del conflicto intentando, como dice Ritzer, redondearla. Por otra parte, existen otras muchas influencias en la teoría weberiana, aparte de las ideas de Marx.

Desarrolló y elaboró ideas de gran influencia en la sociología posterior, por resumir vamos a decir la que tiene que ver con el tema que estamos desarrollando: amplió las dimensiones de la desigualdad. Marx había establecido la dimensión única de la clase social, Weber elaboró una visión multidimensional añadiendo el estatus o prestigio y el poder

Consideraba las relaciones de dominación y el conflicto resultante, más o menos agudo, como las relaciones humanas más importantes en la configuración de la naturaleza de la sociedad. Pero de manera distinta a Marx, Weber era un auténtico pesimista en lo que se refiere la capacidad de la sociedades para hacerse más justas y humanas. 

Esta última característica y la defensa a ultranza de una sociología libre de valores en el estudio de la sociedad son las pautas que hacen que podamos calificar a Weber como no crítico. Y es precisamente esta perspectiva lo que hizo que, al contrario de Marx, se preocupara más por lo que es que por lo que podría ser, nunca escribió un programa para la mejora de la sociedad.


Juan Carlos Barajas Martínez    
Sociólogo

Notas:

  1.  Harold R. Kerbo es profesor de sociología de la Universidad Politécnica de California en San Luis Obispo, especialista en estratificación social y desigualdad.
  2. Gerhard Emmanuel Lenski (nacido el 13 de agosto 1924 en Washington DC) es un sociólogo norteamericano conocido por sus contribuciones a la sociología de la religión, la desigualdad social y la teoría ecológico-evolutiva.
  3. Hermann Strasser (Nacido el 28 de Noviembre de 1941 en Altenmarkt im Pongau) es un profesor de sociología austríaco. Después de trabajar en los años 70  en el departamento de sociología de la Universidad de Oklahoma regresó a Europa, a la universidad de Duisburg-Essen de la que en la actualidad es profesor emérito.  
  4.  Louis de Bonald. Vizconde de Bonald (Millau, 2 de octubre de 1754 - 23 de noviembre de 1840) fue un político, filósofo, escritor y publicista francés, exponente del pensamiento católico tradicionalista en los años posteriores a la Revolución francesa. Ferviente monárquico y católico, Bonald se convirtió en la voz principal de los ultra-legitimistas y ultramonárquicos. En sus numerosas obras atacó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, el Contrato social de Rousseau y las innovaciones político-sociales de la Revolución, para abogar por la vuelta a la autoridad de la monarquía y de la religión.
  5.  Joseph de Maistre. Joseph-Marie, conde de Maistre (Chambéry, 1 de abril de 1753 - Turín, 26 de febrero de 1821), teórico político y filósofo saboyano, máximo representante del pensamiento contrarrevoluccionario, opuesto a las ideas de la Ilustración y la Revolución francesa.
  6. Émile Durkheim (Épinal, Francia, 15 de abril de 1858 – París, 15 de noviembre de 1917) fue un sociólogo francés. Estableció formalmente la disciplina académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia. Ver “Decuando la sociología daba sus primeros pasos” en este mismo blog
  7.  Karl Marx, conocido también en castellano como Carlos Marx (Tréveris, Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818-Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883), fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. En su vasta e influyente obra  en los campos de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente al área intelectual, pues además incursionó en el campo del periodismo y la política, proponiendo en su pensamiento la unión de la teoría y la práctica. Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo histórico. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del Partido Comunista (en coautoría con Engels) y El Capital.
  8. Comunismo. Para Marx suponía la sociedad sin clases que surgiría de la última revolución, en la que la clase trabajadora podría liberarse de la dominación de la burguesía. Una sociedad que seguiría el principio de cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades.
  9. Maximilian Carl Emil Weber (Erfurt, 21 de abril de 1864-Múnich, 14 de junio de 1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido antipositivista.
  10. George Ritzer nació en 1940 en la ciudad de Nueva York, se graduó en sociología en la Escuela Superior de Ciencia del Bronx en 1958. En la actualidad es profesor de sociología de la Universidad de Maryland. Sus principales áreas de interés son la Teoría Sociológica y la Sociología del Consumo. Fue director de las secciones de Teoría Sociológica (1989-1990) y de Organizaciones y ocupaciones (1980-1981) de la Asociación Americana de Sociología.

Bibliografía:

Estratificación Social y Desigualdad
Harold R. Kerbo
McGraw-Hill
Madrid 2003. 5ª Edición

Sociología
John J. Mancionis y Ken Plummer
Paerson-Prentice Hall
Madrid 2005

Teoría Sociológica Moderna
George Ritzer
5ª Edición
ED. McGraw-Hill
Madrid 2001




No hay comentarios:

Publicar un comentario